¿Podrían los granos de un asteroide ser el origen de los primeros ladrillos de la vida en la Tierra? Eso es lo que sugieren los descubrimientos recientes realizados a partir de polvo proveniente del espacio. Estos fragmentos, traídos por una sonda japonesa, podrían cambiar nuestra visión sobre el origen de la vida.
El retorno de estas muestras extraterrestres a la Tierra en 2020 abrió la puerta a nuevas hipótesis. Estos granos extraídos de Ryugu, un asteroide ubicado más allá de Júpiter, contienen elementos cruciales para la formación de moléculas biológicas.
Representación artística de la sonda Hayabusa rozando el asteroide, en 2018 / Agencia Espacial Japonesa (JAXA)
En 2014, la agencia espacial japonesa JAXA envió la sonda Hayabusa2 hacia Ryugu, un asteroide de tipo C, rico en carbono. ¿El objetivo? Recoger muestras de su superficie para saber más sobre su composición.
Los investigadores utilizaron una cámara especialmente diseñada para manipular estos fragmentos, permitiendo su análisis mediante microscopio espectral en vacío. Las muestras, colocadas sobre espejos chapados en oro para evitar cualquier contaminación, revelaron una gran sorpresa: la presencia de compuestos hidratados, incluidos magnesio, amonio y fósforo.
Estos elementos, en particular el fósforo, juegan un rol esencial en la biología terrestre. Presentes en los ácidos nucleicos como el ADN y el ARN, son las mismas bases de la vida tal como la conocemos. El hecho de que los granos de Ryugu lo contengan sugiere que los asteroides pudieron sembrar estos ladrillos químicos en nuestro planeta, hace miles de millones de años.
El análisis también mostró que estas partículas provienen de regiones remotas de nuestro Sistema Solar, más allá de Júpiter. Si se hubieran formado más cerca del Sol, se habrían evaporado bajo el efecto del calor. Esto refuerza la idea de que los asteroides pueden transportar moléculas valiosas a través del espacio, incluso a largas distancias.
Análisis de una partícula extraída de una muestra de Ryugu, realizada mediante microscopía electrónica de barrido (SEM) y espectroscopía de dispersión de energía (EDS). Crédito: Nature Astronomy (2024).
El descubrimiento de amonio en estas muestras refuerza esta hipótesis. Este compuesto, capaz de liberar hidrógeno y nitrógeno cuando se descompone, es también crucial para los procesos biológicos. Se vuelve entonces plausible que estos elementos hayan sido integrados en los primeros organismos terrestres.
Estos resultados marcan un avance significativo en la comprensión del origen de los compuestos químicos que pudieron iniciar la vida. Si estos asteroides contribuyeron a la formación de las primeras moléculas orgánicas en la Tierra, toda nuestra concepción sobre la evolución de la vida podría reevaluarse.
El asteroide Ryugu y la misión Hayabusa2
El asteroide Ryugu es un cuerpo de tipo C, rico en carbono, situado a unos 300 millones de kilómetros de la Tierra. Sigue una órbita similar a la de nuestro planeta, lo que lo convirtió en un objetivo ideal para la exploración espacial. Este tipo de asteroide es particularmente interesante porque contiene materiales primitivos del Sistema Solar.
Ryugu contiene compuestos orgánicos y elementos hidratados como magnesio y fósforo. Estos materiales son cruciales porque podrían haber desempeñado un rol en el surgimiento de la vida en la Tierra. El descubrimiento de tales elementos en estas muestras refuerza la hipótesis de que los asteroides trajeron a la Tierra los primeros ladrillos químicos necesarios para la formación de organismos vivos.
En 2014, la sonda espacial japonesa Hayabusa2 fue enviada hacia Ryugu por la agencia espacial JAXA. La misión tenía como objetivo recolectar muestras de su superficie y escombros derivados de colisiones provocadas por la sonda. Los materiales recolectados fueron devueltos a la Tierra en 2020, donde ahora están siendo estudiados por investigadores de todo el mundo.
Los científicos han identificado compuestos como el amonio y el fósforo en las muestras. El amonio, al descomponerse, libera hidrógeno y nitrógeno, elementos fundamentales para la química biológica. En cuanto al fósforo, es esencial para la formación de moléculas como el ADN y el ARN, pilares de la vida celular.