Cuando observamos el mundo a nuestra escala, todo parece obedecer leyes predecibles, las de la fĂsica clásica. Pero al sumergirnos en el universo de las partĂculas, las reglas cambian. Los fenĂłmenos cuánticos a menudo contradicen la intuiciĂłn y trastocan nuestras certezas.
Desde la dĂ©cada de 1930, los fĂsicos descubrieron un efecto asombroso: el entrelazamiento cuántico. Dos partĂculas pueden permanecer vinculadas de manera invisible, manteniendo sus propiedades correlacionadas incluso cuando están separadas por grandes distancias. Albert Einstein habĂa apodado este fenĂłmeno "acciĂłn fantasmal a distancia", porque una mediciĂłn sobre una partĂcula parece afectar inmediatamente a la otra, sin transmisiĂłn de informaciĂłn más rápida que la luz. Este comportamiento, denominado "no local", revoluciona nuestros referentes clásicos mientras sigue siendo compatible con la relatividad.
Hasta ahora, las violaciones de las "desigualdades de Bell" –una prueba matemática que demuestra que la naturaleza se comporta de manera no clásica– casi siempre se asociaban al entrelazamiento. Pero un estudio reciente publicado en
Science Advances cuestiona esta idea. Los investigadores demostraron que fotones no entrelazados tambiĂ©n podĂan violar estas desigualdades.
Su dispositivo experimental se basaba en un láser que enviaba fotones a un cristal particular. En esta configuraciĂłn, resulta imposible saber quĂ© fotĂłn proviene de quĂ© fuente: su origen es indistinguible. Los fĂsicos luego midieron los fotones con detectores separados y observaron correlaciones inesperadas.
Los resultados mostraron una clara violaciĂłn de las desigualdades de Bell, superando ampliamente el umbral estadĂstico. Pero aquĂ, la causa no es el entrelazamiento, sino un principio fundamental: la
indistinguibilidad cuántica. Es decir, como los fotones son idénticos y es imposible rastrear su trayectoria exacta, producen correlaciones colectivas, dando lugar a un comportamiento no local.
Este descubrimiento sugiere que existen varias maneras de obtener efectos "cuánticos extraños" y no solo mediante el entrelazamiento. Esto amplĂa nuestra visiĂłn de la mecánica cuántica y abre nuevas vĂas para sus aplicaciones, especialmente en las tecnologĂas de la informaciĂłn cuántica.
Sin embargo, los investigadores destacan ciertas limitaciones. El experimento se basa en una selecciĂłn a posteriori de los fotones detectados, lo que puede introducir sesgos, y los ajustes de fase de los detectores podrĂan influir en los resultados. Están previstas mejoras tĂ©cnicas para confirmar y reforzar estas observaciones.
Indistinguibilidad cuántica
En fĂsica cuántica, las partĂculas idĂ©nticas –como los fotones– no pueden distinguirse individualmente. A diferencia de dos canicas o dos pelotas que se pueden seguir por separado, estas partĂculas se comportan como si su identidad se fundiera en un conjunto.
Este principio, llamado indistinguibilidad, conduce a fenĂłmenos de interferencia y correlaciones Ăşnicos. Ya es conocido por explicar la superfluidez o la superconductividad, y juega un papel central en muchas tecnologĂas cuánticas.
En este estudio, la indistinguibilidad por identidad de trayectoria permitiĂł que fotones no entrelazados reprodujeran efectos hasta ahora atribuidos al entrelazamiento. Esto amplĂa nuestra comprensiĂłn de los mecanismos cuánticos y podrĂa inspirar nuevos mĂ©todos para crear o estabilizar estados cuánticos Ăştiles en informática o metrologĂa.
Desigualdades de Bell
Las desigualdades de Bell, formuladas en la dĂ©cada de 1960 por el fĂsico John Bell, son una herramienta clave para distinguir las correlaciones clásicas de las correlaciones verdaderamente cuánticas. Si se respetan estas desigualdades, la fĂsica clásica basta para explicar los resultados. Si se violan, es señal de una no-localidad cuántica.
HistĂłricamente, estas violaciones confirmaron la existencia del entrelazamiento. Pero el experimento reciente muestra que pueden aparecer incluso sin este vĂnculo tradicional, gracias a la indistinguibilidad.
Esto cuestiona una idea ampliamente aceptada y empuja a los fĂsicos a considerar nuevos experimentos, donde otras propiedades cuánticas –y no solo el entrelazamiento– podrĂan producir comportamientos no clásicos. A largo plazo, estas investigaciones podrĂan simplificar ciertos dispositivos experimentales y revelar aspectos aĂşn poco conocidos de la mecánica cuántica.