Un equipo de investigadores en arqueología, provenientes de Japón y Egipto, ha descubierto recientemente una "anomalía" subterránea cerca del famoso complejo de las pirámides de Giza. Este hallazgo, realizado gracias a técnicas de radar de penetración del suelo (GPR) y tomografía de resistividad eléctrica (ERT), ha sido publicado en la revista Archaeological Prospection.
Localización de la zona estudiada en Google Maps. El rectángulo rojo indica la investigación inicial. El perfil horizontal del radar de penetración del suelo está en color. Vista hacia el norte. Crédito: Archaeological Prospection (2024). DOI: 10.1002/arp.1940
Entre los descubrimientos arqueológicos notables en Giza se encuentra el cementerio occidental, situado cerca de la Gran Pirámide. Este cementerio está compuesto principalmente por mastabas, tumbas rectangulares de piedra caliza o arcilla con techos planos. Sin embargo, una vasta zona plana y vacante en el cementerio occidental no había sido explorada hasta ahora.
Los investigadores utilizaron el GPR y el ERT para explorar esta zona inexplorada. Los datos obtenidos revelaron la existencia de estructuras subterráneas, calificadas como anomalías debido a su densidad diferente del suelo circundante. Las formas de estas estructuras indican que son ciertamente de origen humano.
Se identificaron dos estructuras distintas bajo la superficie: una superficial y otra más profunda. La estructura superficial, en forma de L, se encuentra a menos de 2 metros de profundidad y mide aproximadamente 10 metros de ancho por 15 metros de largo. Los investigadores piensan que podría haber servido en la construcción de la estructura más profunda, ya que parece haber sido rellenada con arena.
La estructura más profunda se encuentra entre 5 y 10 metros bajo tierra y mide 10 metros cuadrados. Los investigadores sugieren proceder a una excavación minuciosa del sitio para determinar la naturaleza exacta de estas estructuras.