Según un nuevo estudio, un eje recientemente descubierto que conecta los músculos y la hipófisis podría desempeñar un papel inesperado en la fertilidad femenina.
En efecto, un equipo de investigación de la Universidad McGill descubrió que una proteína producida por los músculos contribuye a regular la liberación de una hormona secretada por la hipófisis, una glándula del tamaño de un guisante ubicada en la base del cerebro.
Los miembros del equipo de investigación afirman que sus hallazgos, publicados en la revista Science, podrían conducir al desarrollo de opciones de tratamiento innovadoras contra la infertilidad.
"Hasta ahora, se desconocía la dinámica de la relación entre los dos órganos, e incluso la existencia de un vínculo entre ellos", destaca Daniel Bernard, autor principal y profesor del Departamento de Farmacología y Terapéutica de la Universidad McGill. "Este descubrimiento marca un avance en nuestra comprensión del cuerpo humano y sus ramificaciones complejas."
El efecto contraproducente del fortalecimiento muscular La hormona hipofisaria estudiada, llamada hormona folículoestimulante (FSH), estimula la maduración del óvulo en los ovarios. Un déficit de FSH puede provocar infertilidad.
La miostatina, una proteína producida por los músculos, frena naturalmente el crecimiento muscular.
El equipo de investigación descubrió que una disminución en los niveles de miostatina retrasaba la pubertad y reducía la fertilidad en ratones. La normalización de los niveles de miostatina aumentó los niveles de FSH, pero aún se está investigando si la fertilidad puede restaurarse de esta manera.
Se están desarrollando inhibidores de la miostatina, destinados a promover el crecimiento muscular, para el tratamiento de la distrofia muscular, entre otros trastornos. Las compañías farmacéuticas también están examinando si estos inhibidores pueden ayudar a preservar la masa muscular de las personas que, para perder peso, toman un agonista del receptor de GLP 1, como Ozempic, que puede provocar la pérdida no solo de tejido adiposo, sino también de tejido muscular.
Sin embargo, el estudio plantea preocupaciones sobre los riesgos que podría suponer para la salud el bloqueo de la miostatina.
"Hemos descubierto que los medicamentos experimentales desarrollados para el tratamiento de trastornos amiotróficos reducen los niveles de FSH en ratones hembra. Aunque pueden ser efectivos para aumentar la masa muscular, estos medicamentos podrían dañar las hormonas reproductivas y la fertilidad", afirma Luisina Ongaro, autora principal y asociada de investigación en el Laboratorio de Daniel Bernard.
Este descubrimiento abre el camino a más investigaciones sobre las variaciones naturales en los niveles de miostatina y su impacto en el momento de la pubertad, la interrupción de la menstruación en atletas femeninas y la infertilidad idiopática.
Para el equipo de investigación, el siguiente paso será verificar si los resultados obtenidos en ratones también se aplican a los seres humanos. El equipo ve en esto una vía prometedora.
Este estudio fue financiado por los Institutos de Investigación en Salud de Canadá.
Referencia:
El artículo Muscle-derived myostatin is a major endocrine driver of follicle-stimulating hormone synthesis, por Luisina Ongaro, Daniel Bernard y col., fue publicado en la revista
Science.