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Descubrimiento de este renacuajo gigante que data del Pérmico 🐸
Publicado por Cédric, Autor del artículo: Cédric DEPOND Fuente:Nature Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
Un fósil de renacuajo de dieciséis centímetros intriga a los científicos. Descubierto en la Patagonia, podría redefinir nuestra comprensión de la evolución de las ranas.
Este hallazgo excepcional arroja luz sobre un pasado acuático remoto donde renacuajos gigantes recorrían los charcos del Jurásico, hace 161 millones de años.
Los anfibios, y en particular las ranas, presentan una metamorfosis única en dos etapas, pasando de una fase larval acuática a una forma adulta terrestre. Pero, ¿existía ya este ciclo sorprendente en sus comienzos?
Los fósiles de ranas son raros, y aún más los de renacuajos, estos jóvenes anfibios vulnerables a los depredadores y a las condiciones acuáticas inestables. Los archivos fósiles muestran que las ranas se remontan al Pérmico, hace unos 270 millones de años. Sin embargo, hasta hace poco, no se había descubierto ningún fósil de renacuajo anterior al Cretácico, es decir, más de hace 145 millones de años.
Esta ausencia de pruebas sugería que las especies de ranas más antiguas, especialmente las del Jurásico, no pasaban por una etapa larval. Sin embargo, el reciente descubrimiento de un fósil de renacuajo contradice esta hipótesis, sugiriendo que el ciclo de vida con una fase larval ya existía en esa época tan lejana.
El espécimen, asociado con la especie extinta Notobatrachus degiustoi, es el renacuajo más antiguo conocido. Excepcionalmente conservado, presenta tejidos blandos, como las branquias, los ojos y algunos nervios.
Este renacuajo "gigante" de 16 centímetros muestra signos de osificación, lo que revela un desarrollo avanzado. Los investigadores suponen que estaba listo para comenzar su transformación a adulto.
Científicos han descubierto un fósil de un renacuajo gigante de rana del Jurásico.
Su dieta probablemente se asemejaba a la de los renacuajos modernos: algas, plancton y desechos orgánicos. Esta similitud alimentaria ilumina la evolución de adaptaciones estables en los anfibios.
En el estudio, los científicos también observan similitudes sorprendentes entre el cartílago de este fósil y el de los renacuajos actuales. Una constancia sorprendente que dice mucho sobre los lazos evolutivos.
En resumen, este descubrimiento prueba que el ciclo bifásico de vida, observado en las ranas modernas, ya existía hace millones de años. Un legado acuático aún visible hoy en día.
¿Cómo realizan las ranas su metamorfosis?
La metamorfosis en las ranas es una transformación biológica mayor que las hace pasar de renacuajo acuático a rana terrestre. Los renacuajos poseen branquias y una cola para vivir en el agua, pero a medida que crecen, desarrollan pulmones y extremidades adaptadas a la vida terrestre. Este proceso va acompañado de cambios fisiológicos, entre ellos la regresión de las branquias y la cola.
Las transformaciones hormonales juegan un papel clave. La tiroxina, una hormona producida por la glándula tiroides, regula el ritmo de la metamorfosis. Esta hormona estimula el crecimiento de las extremidades y los pulmones e inicia la desaparición de los órganos relacionados con la vida acuática. Así, las ranas pasan gradualmente de un estado de renacuajo dependiente del agua a uno de adulto capaz de vivir en diferentes entornos.
La metamorfosis es crucial para su supervivencia y evolución. Al permitir que las ranas pasen de un medio acuático a uno terrestre, les ofrece acceso a nuevos recursos alimentarios y reduce su exposición a algunos depredadores. Este cambio también hace que las ranas sean más vulnerables a las alteraciones de sus hábitats naturales, impactados por las actividades humanas.