En aguas españolas, un gusano marino sorprende por su capacidad de contraerse con la precisión de un acordeón. Su cuerpo se pliega en anillos perfectos, como los fuelles del instrumento musical. Cuanto más grande es el animal, mayor es el número de anillos, pudiendo alcanzar 60 en los ejemplares adultos.
A) Vista dorso-lateral de la cabeza de P. vigarae sp. nov., mostrando las hendiduras cefálicas. B) Extremidad anterior en vista dorso-lateral, con detalle del extremo de la cabeza. C) Vista ventral de la cabeza, la boca aparece como una línea blanca en el centro, justo detrás de las hendiduras cefálicas. D) Espécimen completo con el cuerpo contraído, mostrando los anillos epidérmicos. E) Vista dorsal de un espécimen relajado, mostrando los anillos epidérmicos.
Este movimiento de una regularidad excepcional distingue a Pararosa vigarae de todos los demás gusanos marinos. Mientras que la mayoría se contraen de forma desordenada, este conserva sus pliegues característicos incluso cuando está totalmente estirado. Una particularidad anatómica que intriga a los científicos.
Descubierto bajo rocas a 30 metros de profundidad, este gusano mide hasta 25 centímetros. Su cuerpo tiene la capacidad de retraerse hasta un quinto de su tamaño. Esta particularidad, combinada con su modo de caza venenoso, lo convierte en un objeto de estudio para los biólogos.
Un descubrimiento fortuito con métodos innovadores
Jacinto Pérez Dieste, un buceador aficionado, avistó los primeros ejemplares en 2021 en la Ría de Arousa. Los investigadores utilizaron luego un enfoque que combina morfología y análisis genético para confirmar la novedad de la especie.
Los anillos persistentes, incluso cuando el gusano está estirado, distinguen a Pararosa vigarae de otros nemátodos. Según el estudio publicado en Royal Society Open Science, estas constricciones epidérmicas podrían resultar de una convergencia evolutiva con otros linajes de gusanos.
Se recolectaron seis especímenes, preservados en RNAlater (que permite estabilizar y proteger el ARN en muestras no congeladas), para poder realizar análisis. Las secuencias genéticas (16S rRNA, COI, etc.) revelaron un linaje distinto dentro de la familia Lineidae. Este método mixto abre perspectivas para el estudio de otras especies crípticas.
Un depredador poco conocido con capacidades asombrosas
Como todos los Nemertea, este gusano utiliza veneno para capturar sus presas. Las toxinas empleadas siguen siendo poco comprendidas, pero su estudio podría esclarecer la evolución de los mecanismos de depredación.
A pesar de la ausencia de ojos, Pararosa vigarae posee un cerebro desarrollado. Su hábitat sublitoral, bajo conchas y rocas, sugiere una adaptación a nichos ecológicos específicos. La región de Galicia, aunque bien estudiada, aún alberga especies inéditas.
Los investigadores destacan la importancia de las exploraciones costeras para descubrir la biodiversidad marina. La combinación de datos morfológicos y moleculares se impone como un método clave para identificar estos organismos.