Una importante observación astronómica ha sido realizada a una distancia que, aunque considerable, sitúa al objeto entre los agujeros negros supermasivos más cercanos a nuestro planeta. Los astrónomos han observado chorros de materia emitidos a velocidades cercanas a la de la luz por un agujero negro supermasivo localizado en el corazón de la galaxia NGC 1275, también conocida como 3C 84 o Perseo A. Esta observación revela un combate colosal entre dos de las fuerzas fundamentales del universo: la gravedad y el magnetismo.
Estos fenómenos han sido capturados gracias al Telescopio del Horizonte de Eventos (EHT), una red mundial de radiotelescopios interconectados, que ya se ha hecho conocida por producir las primeras imágenes jamás obtenidas de un agujero negro. El EHT ha permitido observar la polarización de la luz alrededor de este agujero negro supermasivo, revelando un campo magnético bien organizado en su vecindad inmediata. Esta estructura magnética demuestra su capacidad para superar la enorme fuerza gravitacional del agujero negro y propulsar chorros de materia a gran velocidad.
El estudio de estos chorros de materia es crucial para entender cómo los agujeros negros se alimentan de materia y expulsan potentes chorros que se extienden mucho más allá de sus galaxias anfitrionas. La NGC 1275 se encuentra en el centro del supercúmulo de Perseo, a unos 230 millones de años luz de la Tierra, lo que lo convierte en uno de los agujeros negros supermasivos más cercanos a nosotros.
Acercamiento a Perseo A con el Telescopio del Horizonte de Eventos revelando los detalles del potente chorro que emite. Crédito: Georgios Filippos Paraschos (MPIfR)
Las observaciones del EHT sugieren que la velocidad de rotación de un agujero negro supermasivo, como el que se encuentra en el corazón de Perseo A, podría estar vinculada a su capacidad para lanzar chorros. Este fenómeno, que parece resultar de la predominancia del magnetismo sobre la gravedad, también podría estar influenciado por la implicación del momento angular, una forma de "interferencia externa".
Estos descubrimientos abren el camino a una mejor comprensión de la formación de los chorros producidos por los agujeros negros y resaltan la importancia de la relatividad general de Einstein en la explicación de estos fenómenos. El EHT continúa mejorando sus capacidades, prometiendo aún más descubrimientos sobre la formación de chorros y la estructura de los agujeros negros.