Lanzado oficialmente en 2017, el IBL introdujo un nuevo modelo de colaboración en neurociencias que comparte un conjunto estandarizado de herramientas y gestión de información entre varios laboratorios, garantizando asà la reproducibilidad de los datos. "Gracias a esta colaboración de gran envergadura, 21 laboratorios trabajaron juntos en un mismo modelo experimental para registrar la actividad individual de más de 650.000 neuronas distribuidas en 279 zonas del cerebro, es decir, el 95 % del volumen cerebral del ratón", detalla Alexandre Pouget, profesor ordinario del Departamento de Neurociencias Fundamentales de la Facultad de Medicina de la UNIGE y cofundador del IBL.
Existe una comunicación constante entre las diferentes zonas del cerebro durante todo el proceso de toma de decisiones.
"El ratón utiliza entonces la frecuencia con la que la luz apareció previamente a la izquierda o a la derecha para emitir suposiciones, lo que nos permite estudiar cómo la predicción basada en la experiencia anterior influye en la percepción y la toma de decisiones", indica Alexandre Pouget. "¡Y hemos constatado que cuando está decidiendo, todo el cerebro se ilumina como un árbol de Navidad!".
De estos experimentos nació una cartografÃa extremadamente detallada del cerebro en situación de toma de decisiones, desde el inicio del proceso hasta la obtención de la recompensa.
Dos descubrimientos importantes
Los equipos de investigación hicieron entonces dos descubrimientos importantes. En primer lugar, las señales de toma de decisiones están distribuidas por todo el cerebro. No están localizadas únicamente en ciertas regiones especÃficas, a diferencia del modelo comúnmente aceptado de un árbol de decisiones jerárquico. "Existe una comunicación constante entre las diferentes zonas del cerebro durante todo el proceso de toma de decisiones", explica el investigador.
Estos descubrimientos son importantes para comprender ciertos trastornos neuropsiquiátricos como la esquizofrenia y el autismo, donde la gestión de la anticipación y la recompensa parece funcionar mal.
"Tradicionalmente, las neurociencias estudian las regiones del cerebro de manera aislada. El registro de todo el cerebro nos da ahora la oportunidad de entender cómo todas las piezas encajan", subraya Kenneth Harris, profesor de neurociencias cuantitativas en el UCL y uno de los miembros clave del IBL.
Actuar por una ciencia abierta
Uno de los principios que rigen el IBL es un compromiso por democratizar y acelerar la ciencia, asà como por mejorar la reproducibilidad de los datos. El mapa del cerebro publicado aquà está a disposición de los equipos de todo el mundo, que ya lo utilizan para numerosas investigaciones.
Además, todos los datos resultantes de estos estudios, asà como las especificaciones detalladas de las herramientas y protocolos utilizados para la recolección de datos, son libremente accesibles para la comunidad cientÃfica. Más detalles en el sitio web del IBL en las secciones: Datos, Herramientas, Protocolos.