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Estas "flores" microscópicas entregan medicamentos contra el cáncer con una precisión sin precedentes 💊
Publicado por Cédric, Autor del artículo: Cédric DEPOND Fuente:Advanced Materials Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
Bajo un microscopio, evocan pequeñas rosas del desierto. Pero estas partículas no son meras curiosidades. Su diseño ingenioso podría ofrecer una nueva forma de administrar medicamentos en el cuerpo humano.
Desde hace décadas, investigadores y médicos intentan resolver una ecuación compleja: ¿cómo llevar un medicamento directamente al lugar de acción minimizando los efectos secundarios? Si bien las partículas portadoras convencionales han permitido avances, a menudo carecen de versatilidad, precisión o fiabilidad en su seguimiento.
a) Ilustración conceptual de micropartículas con nanostructura jerárquica en forma de flor (HNS-MPs) manipuladas acústicamente en un flujo dinámico para aplicaciones en microrrobótica e imágenes médicas. b) Esquema del proceso de síntesis hidrotermal de HNS-MPs. c−g) Imágenes de microscopía electrónica de barrido (SEM) de cinco tipos diferentes de HNS-MPs, con fotografías en recuadro mostrando cada tipo producido a gran escala (escala: 5 mm).
Un nuevo concepto ha surgido recientemente gracias a los trabajos del ETH Zúrich. Partículas con una estructura floral, de un tamaño ligeramente inferior al de los glóbulos rojos, cumplen varios criterios esenciales. Transportan grandes cantidades de moléculas activas, son guiadas por ultrasonidos y son fácilmente detectables en el cuerpo.
La clave de su eficacia reside en sus pétalos ultrafinos y densamente apilados. Estos ofrecen una gran superficie, con poros de apenas unos nanómetros, capaces de absorber grandes cantidades de medicamento. Paralelamente, estas partículas dispersan las ondas sonoras, facilitando su visualización mediante técnicas de imagen acústica u óptica.
A diferencia de las microburbujas utilizadas hasta ahora, estas partículas sólidas muestran una capacidad muy superior para transportar tratamientos. Probadas en el laboratorio con un medicamento contra el cáncer, han demostrado su potencial, inyectándose en sangre de ratones y guiándose con precisión a un lugar predeterminado gracias a ultrasonidos focalizados.
Paul Wrede, miembro del equipo de investigación, destaca un avance importante: no se trata simplemente de dejar que estas partículas se desplacen al azar con la corriente sanguínea. Pueden ser controladas en tiempo real, ofreciendo un nivel de precisión nunca antes alcanzado.
Fabricadas con diversos materiales como óxido de zinc o compuestos orgánicos, estas partículas también pueden adaptarse según las necesidades clínicas y las técnicas de imagen disponibles. No obstante, su forma única sigue siendo el elemento central de su funcionamiento.
Los investigadores ya vislumbran aplicaciones prometedoras. En medicina cardiovascular o en el tratamiento del cáncer, estas flores microscópicas podrían permitir focalizar zonas, como tumores o coágulos, con una eficacia inigualable, reduciendo además los riesgos para los tejidos sanos.
Antes de pensar en su uso en humanos, se necesitan más pruebas en animales. Estas etapas permitirán verificar la seguridad y la eficacia de esta tecnología antes de su posible integración clínica.