Por primera vez, astrónomos han observado un antiguo agujero negro supermasivo impidiendo la formación de estrellas en una galaxia en los confines del Universo, poco después del Big Bang. Este descubrimiento, revelado a través del estudio de un quásar extremadamente luminoso llamado J2054-0005, viene a confirmar las predicciones teóricas según las cuales los quásares pueden efectivamente prevenir el nacimiento de estrellas al expulsar a gran velocidad torrentes de gas molecular.
El gas molecular, compuesto principalmente por oxígeno ligado al hidrógeno, constituye el combustible esencial para la formación de estrellas. Sin embargo, los quásares, al expulsar este gas a una velocidad tal que no puede ser asimilado por las estrellas nacientes, inhiben esta formación estelar. El descubrimiento, publicado el 1 de febrero en la revista
Astrophysical Journal, aporta una nueva perspectiva sobre el papel crucial que juegan las eyecciones de gas molecular en la formación y evolución de las galaxias desde sus primeras fases.
Los quásares son los núcleos activos de galaxias distantes, albergando en su centro un agujero negro supermasivo que, al absorber materia y energía, se convierte en una fuente de luz extremadamente potente. Este proceso, aunque ya había sido observado en el Universo cercano, nunca había sido confirmado tan temprano en la historia cósmica, aproximadamente un mil millones de años después del Big Bang.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores utilizaron el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), un telescopio que detecta ondas de radio, para estudiar el quásar J2054-0005. Descubrieron que el gas molecular era detectado en absorción, lo que significa que el gas no emitía directamente radiación observable, sino que más bien absorbía parte de la radiación emitida por el quásar, actuando como una "sombra" frente a esta fuente lumínica.
Este método de detección indirecta no solo confirmó la presencia de eyecciones de gas por el quásar, sino que también abre el camino para futuras investigaciones. Los astrónomos esperan descubrir otros quásares en el Universo primitivo para comprender mejor cómo los núcleos luminosos de agujeros negros gigantes han moldeado las primeras galaxias. Este estudio marca un hito en nuestra comprensión del impacto de los agujeros negros supermasivos en el entorno galáctico al amanecer del Universo.