La multinacional japonesa Kawasaki presenta un concepto inédito: un robot-caballo capaz de desplazarse por todo tipo de terrenos. Entre innovación técnica y ciencia ficción, esta creación plantea interrogantes sobre el futuro del transporte.
Este proyecto, bautizado como Corleo, combina robótica avanzada y motorización de hidrógeno. Presentado en la Exposición Universal de Osaka, busca reinventar la movilidad todoterreno, aunque su comercialización no está prevista antes de... 2050.
Un diseño inspirado en la naturaleza
Corleo se apoya en cuatro patas articuladas que reproducen los movimientos de un felino o un caballo. Estos miembros mecánicos, equipados con cascos antideslizantes, le permiten desplazarse por superficies irregulares.
El robot incorpora sistemas de IA para identificar obstáculos y adaptar su trayectoria. Sensores analizan el terreno en tiempo real, mientras que un panel de control proyecta indicaciones luminosas para guiar al piloto.
La alimentación por hidrógeno constituye una de sus principales innovaciones. Kawasaki anuncia una autonomía de 8 a 12 horas para su pila de combustible, superando a los robots competidores con baterías de litio.
Vídeo de presentación de Corleo
Un proyecto aún embrionario
A pesar de los espectaculares vídeos promocionales, Corleo sigue siendo hoy un prototipo no funcional. Expuesto de forma estática en ferias, aún no puede caminar ni transportar pasajeros.
Kawasaki contempla diversas aplicaciones, desde rescates en entornos hostiles hasta logística. Sin embargo, la falta de demostraciones concretas alimenta el escepticismo. Algunos lo ven más como una herramienta de comunicación que como un avance tecnológico real.
Otras empresas, como Xiaopeng Motors, también exploran los robots cuadrúpedos. Pero Kawasaki destaca por su enfoque ambicioso, combinando movilidad sostenible y robótica biomimética.