🌡️ Hidrocución: el choque del agua fría

Publicado por Redbran,
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Es un caluroso día de verano: corres por la playa, el sol aprieta y solo sueñas con un refrescante chapuzón. Corres, saltas, de repente un malestar y... nada más. Te despiertas más tarde, aturdido, en la arena, rodeado de socorristas. Esta vez has tenido suerte. Este malestar brusco, a veces grave, tiene un nombre: la hidrocución.

Un choque térmico


Cuando pasas bruscamente de un aire muy caliente a un agua fresca, incluso fría (15–20 °C), tu cuerpo sufre un choque térmico. La superficie de la piel se enfría instantáneamente, provocando una vasoconstricción: los vasos sanguíneos se contraen para limitar la pérdida de calor. Este fenómeno, muy rápido, hace que aumente la presión arterial y el trabajo del corazón.


Al mismo tiempo, el corazón recibe dos órdenes contradictorias: el esfuerzo de bombeo para hacer circular la sangre por vasos estrechados y la estimulación del nervio vago (nervio neumogástrico), que ralentiza la frecuencia cardíaca y puede provocar una caída brusca de la tensión arterial. Estos eventos pueden causar un paro cardíaco, un síncope (pérdida de conocimiento) o un estado de choque.

Factores de riesgo:
- Calor y deshidratación: un organismo ya asfixiado por el calor y privado de agua es más vulnerable.
- Entrada demasiado rápida al agua: saltar o zambullirse sin hacerlo progresivamente impide que el cuerpo se adapte.
- Comida copiosa o alcohol: la digestión moviliza gran parte del flujo sanguíneo, reduciendo la capacidad de adaptación al frío.
- Personas frágiles: los ancianos, personas con problemas cardíacos o poco deportistas están más expuestos.

Señales de alerta y primeros auxilios


Antes de perder el conocimiento, se puede sentir un vértigo brusco, palpitaciones, dolor torácico o náuseas. Si tú o alguien cercano presenta estos síntomas tras una inmersión, hay que salir del agua inmediatamente. Obviamente, un malestar en el agua puede provocar un ahogamiento.

Luego, la persona afectada debe ser acostada boca arriba, con las piernas ligeramente elevadas, hasta que pase el malestar. En caso de pérdida de conocimiento y si no recupera la conciencia en unos segundos, o si la respiración es irregular, llama a los servicios de emergencia.

Prevención simple y eficaz:
- Entrada progresiva: moja primero los pies, luego la cintura, antes de sumergir la cabeza.
- Hidratación: bebe regularmente para prevenir la deshidratación.
- Pausa para comer: espera al menos 1 hora después de una comida copiosa antes de nadar.
- Evita el alcohol antes del baño.
- Vigila a las personas frágiles.

Gracias a estas medidas preventivas, podrás disfrutar tranquilamente de los placeres del agua sin correr el riesgo del choque, a veces fatal, de la hidrocución.
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