Investigadores logran datar este esqueleto híbrido Humano-Neandertal 🦴

Publicado por Cédric,
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Science Advances
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Descubierto en 1998, el esqueleto del niño de Lapedo, un híbrido entre humanos modernos y neandertales, ha intrigado durante mucho tiempo a los científicos. Gracias a un método de datación innovador, su edad ha sido finalmente determinada con precisión, revelando detalles sobre nuestro pasado común.


El niño de Lapedo, cuyos restos fueron encontrados en un abrigo rocoso en Portugal, presenta una combinación única de rasgos físicos. Su mentón prominente evoca a los humanos modernos, mientras que sus piernas cortas y robustas recuerdan a las de los neandertales. Este mosaico morfológico lo ha convertido en un tema de estudio esencial para comprender las interacciones entre estas dos especies. Sin embargo, datar con precisión sus restos ha sido un gran desafío, debido a la contaminación de los huesos y a las limitaciones tecnológicas de la época.

Una datación innovadora para un misterio antiguo


Los primeros intentos de datación por radiocarbono, realizados hace varias décadas, arrojaron resultados imprecisos, que variaban entre 20 000 y 26 000 años. Estas incertidumbres se debían a la contaminación de las muestras por raíces y otras materias orgánicas. Para superar estos obstáculos, los investigadores utilizaron una técnica innovadora llamada datación por radiocarbono específica de compuestos (CSRA, por sus siglas en inglés). Este método se enfoca en un aminoácido raro, la hidroxiprolina, presente casi exclusivamente en el colágeno óseo, lo que garantiza resultados confiables.

Gracias a este enfoque, el equipo pudo establecer que el niño de Lapedo vivió entre 25 830 y 26 600 años a.C., es decir, hace aproximadamente 28 000 años. Esta datación precisa confirma que el niño pertenecía a la cultura gravetiense, un período marcado por la coexistencia entre humanos modernos y neandertales en Europa. Los investigadores también descubrieron que algunos elementos de la sepultura, como el carbón vegetal y los huesos de ciervo, eran más antiguos que el niño, lo que sugiere prácticas funerarias.

Este avance tecnológico abre nuevas perspectivas para la arqueología. Al reducir los riesgos de contaminación, el método CSRA permite datar con precisión muestras mal conservadas, como las del niño de Lapedo. Podría aplicarse a otros sitios prehistóricos, ofreciendo una visión más clara de los movimientos e interacciones de las poblaciones antiguas. Así, este descubrimiento no solo resuelve un enigma de varias décadas, sino que también allana el camino para futuras investigaciones sobre nuestro pasado evolutivo.

Una luz sobre las interacciones entre especies


El descubrimiento del niño de Lapedo ha jugado un papel clave en la comprensión de los cruces entre humanos modernos y neandertales. En el momento de su descubrimiento, la idea de tal mestizaje era controvertida, ya que faltaban pruebas genéticas. Hoy, los análisis de ADN han confirmado que estas interacciones sí ocurrieron, dejando una huella en el genoma de las poblaciones modernas, que contienen entre un 1 y un 3 % de ADN neandertal. El niño de Lapedo encarna así un momento crucial de la historia evolutiva humana.


A) Plano que indica la posición de las muestras datadas, con los números de laboratorio en rojo correspondientes a su redatación HYP.
B) Dibujo basado en la fuente citada.
Créditos: (A) J.Z., (B) G. Casella.

Las características morfológicas del niño, como sus piernas cortas y su mentón prominente, ilustran una hibridación exitosa entre las dos especies. Estos rasgos sugieren que los descendientes de estas uniones eran viables y estaban bien adaptados a su entorno. Este descubrimiento refuerza la idea de que los neandertales no simplemente desaparecieron, sino que contribuyeron al patrimonio genético de los humanos modernos, especialmente en Europa.

Finalmente, este estudio subraya la importancia de los métodos científicos innovadores para revisitar descubrimientos antiguos. Gracias a técnicas como la datación por radiocarbono específica de compuestos, los investigadores pueden ahora explorar preguntas que habían quedado sin respuesta durante décadas. El niño de Lapedo no es solo un testimonio del pasado, sino también un recordatorio de que nuestra historia evolutiva está mucho más interconectada de lo que se imaginaba.

Para profundizar: ¿Qué es la datación por radiocarbono específica de compuestos?


La datación por radiocarbono específica de compuestos (CSRA) es una técnica avanzada que permite datar muestras arqueológicas con gran precisión. A diferencia de los métodos tradicionales, que analizan el colágeno en masa, la CSRA se enfoca en aminoácidos específicos, como la hidroxiprolina, presentes casi exclusivamente en los huesos. Este enfoque reduce los riesgos de contaminación y ofrece resultados más confiables, incluso para muestras mal conservadas.

Este método se basa en la extracción y purificación de compuestos orgánicos específicos, como los aminoácidos del colágeno óseo. Al aislar estas moléculas, los investigadores pueden medir su contenido de carbono 14, un isótopo radiactivo cuya desintegración permite determinar la edad de las muestras. La hidroxiprolina, por ejemplo, es un marcador ideal porque es rara en la naturaleza fuera del colágeno, lo que garantiza que las mediciones no se vean afectadas por contaminantes externos.

La CSRA ya ha sido utilizada con éxito en otros sitios prehistóricos, como la cueva de Vindija en Croacia, donde permitió aclarar la edad de los restos neandertales. Esta técnica abre nuevas perspectivas para la arqueología, permitiendo datar con precisión muestras y mejorar nuestra comprensión de las cronologías prehistóricas. Representa así una herramienta esencial para explorar las interacciones entre especies humanas y reconstruir nuestra historia evolutiva.