Las estrellas de neutrones podrían ser la clave para comprender la materia oscura.
Físicos del ARC Centre of Excellence for Dark Matter Particle Physics, liderados por la Universidad de Melbourne, han logrado un avance significativo en la búsqueda para entender la materia oscura, ese elemento misterioso que constituye el 85% de la materia de nuestro Universo. En un artículo publicado en el Journal of Cosmology and Astroparticle Physics, explican que las estrellas de neutrones, estos residuos densos de estrellas masivas colapsadas, podrían desempeñar un papel crucial en la detección de la materia oscura.
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Contrariamente a las expectativas anteriores, la investigación muestra que la colisión y aniquilación de partículas de materia oscura dentro de las estrellas de neutrones pueden transferir rápidamente energía a estas, calentándolas en solo unos días. Este fenómeno contradice la idea anterior de que la transferencia de energía podría tomar una eternidad, a veces incluso más tiempo que la edad del Universo mismo.
Estas estrellas son extremadamente densas, tanto que la materia oscura, que interactúa débilmente con la materia ordinaria, tiene más posibilidades de acumularse en ellas. Los investigadores creen que esto podría llevar a una acumulación suficiente como para calentar notablemente una estrella de neutrones fría y vieja, haciéndola detectable por los instrumentos futuros, o incluso provocando su colapso en un agujero negro.
La materia oscura es difícil de estudiar directamente porque no interactúa con la luz. Nuestros telescopios no pueden verla directamente. Su existencia se deduce de su influencia gravitacional sobre los objetos visibles del Universo. Los detectores de materia oscura en la Tierra enfrentan desafíos técnicos importantes, lo que hace que las estrellas de neutrones sean detectores naturales potencialmente muy útiles.
Esta investigación fue realizada por un equipo internacional de expertos, incluidos Nicole Bell y Michael Virgato de la Universidad de Melbourne, Giorgio Busoni de la Universidad Nacional Australiana, y Sandra Robles del Laboratorio Nacional de Aceleradores Fermi en Estados Unidos.