Los sorprendentes medios de comunicación de las plantas

Publicado por Adrien,
Fuente: The Conversation bajo licencia Creative Commons
Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
Por Sven Batke - Associate Head of Research and Knowledge Exchange - Reader in Plant Science, Edge Hill University

La forma en que las plantas se comunican no tiene nada que ver con la nuestra. Y sin embargo, se llevan a cabo verdaderas conversaciones silenciosas bajo tierra, a la sombra del sotobosque...

Esta mañana, mi hija de seis años entró en nuestra habitación y comenzó a leer una historia de un libro. Siguió cada palabra en la página, formando lentamente frases completas. A veces tropezaba con algunas palabras y pedía ayuda para ciertas "palabras raras", pero al final del libro, nos había contado la historia de un oso en la nieve.


Imagen de ilustración Pixabay

La comunicación verbal es una de las muchas razones que explican el éxito evolutivo de la especie humana. Ya sea para advertirse mutuamente de un peligro o para transmitir información compleja, nuestra capacidad para hablar ha sido crucial.

Pero los humanos y otros animales no son los únicos que han desarrollado sofisticados medios de comunicación. Mucha gente cree que las plantas son pasivas, pero tienen su propia forma de interactuar. La idea existe desde hace mucho tiempo e incluso ha inspirado películas de Hollywood, como Avatar.

Sin embargo, trabajos científicos recientes muestran que los sistemas de comunicación de las plantas podrían ser más complejos de lo que imaginábamos...

Estos redes de comunicación son sensibles y están en un frágil equilibrio. Imaginen cuán perturbado estaría nuestro mundo si de repente cayeran todos los sistemas de redes globales. Las recientes fallas informáticas de CrowdStrike son solo un ejemplo de la vulnerabilidad de estos sistemas y de su importancia para nuestros modos de comunicación. Lo mismo ocurre con las plantas.

Para entender cómo organismos que no pueden hablar pueden transmitir información, es importante comprender que los humanos también nos comunicamos de forma no verbal. Esto lo hacemos a través de nuestros sentidos: la vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto.

Por ejemplo, las compañías de gas natural añaden a este un producto químico llamado mercaptano, que le da su característico olor a "huevo podrido", para advertirnos de fugas. Piense también en cómo hemos desarrollado el lenguaje de señas, así como en las muchas personas que saben leer los labios.

Además de estos sentidos, también tenemos la equilibriocepción (la capacidad de mantener el equilibrio y la postura corporal), la propiocepción (el sentido de la posición relativa y la fuerza de las diferentes partes del cuerpo), la termocepción (el sentido de los cambios de temperatura), y la nocicepción (la capacidad de sentir dolor). Todas estas capacidades han permitido que los humanos recurran a medios sofisticados de comunicación.

Otras especies, incluidas las plantas, usan sus sentidos para difundir información a su manera.

Las plantas, verdaderas chismosas


La mayoría de nosotros conocemos el olor del césped recién cortado. Las sustancias volátiles liberadas por las briznas de césped, que asociamos con este olor, son uno de los medios que usan estas plantas para comunicar a otras plantas cercanas la presencia de un depredador - o, en este caso, de una cortadora de césped. En lugar de utilizar señales auditivas, las plantas recurren a la comunicación mediante sustancias químicas. Pero la comunicación entre plantas no se limita a sustancias volátiles.

Recientemente, los investigadores han descubierto cuán interconectadas están las plantas entre sí. Pueden enviar mensajes a sus compañeras a través de sus raíces, de señales eléctricas, de redes de hongos subterráneos, e incluso de microbios del suelo. De ahí que las plantas hayan sido descubiertas como auténticas chismosas indiscretas.

Por ejemplo, mediante la electrofisiología, una disciplina científica relativamente nueva que estudia cómo se comunican e interpretan las señales eléctricas dentro de las plantas y entre ellas. Gracias a los avances tecnológicos y a la inteligencia artificial (IA), este campo de investigación ha crecido rápidamente en los últimos años.

Los científicos podrían hacer pronto nuevos descubrimientos. Recientemente se han dado pasos adelante para utilizar, en invernaderos, esta comunicación de señales eléctricas de las plantas para controlar el riego de los cultivos o detectar sus deficiencias nutricionales.

Concretamente, los científicos insertan pequeñas sondas eléctricas en las plantas, similares a agujas de acupuntura, para probar el efecto de cambios en las señales eléctricas sobre varios parámetros clave, como el transporte de agua, de nutrientes y la conversión de luz en azúcares.

Los investigadores incluso han logrado influir en el comportamiento de las plantas enviando señales eléctricas desde teléfonos móviles, lo que les permitió abrir o cerrar las hojas de una famosa planta carnívora, la trampa de Venus.


Pronto podríamos traducir completamente el lenguaje de nuestras plantas.

Un internet subterráneo en el sotobosque


Gran parte de la comunicación entre plantas ocurre bajo tierra, facilitada por vastas redes de hongos conocidas como "Wood wide web". Esta red de hongos del sotobosque conecta árboles y plantas bajo tierra, permitiéndoles compartir recursos como agua, nutrientes e información. Gracias a este sistema, los árboles más viejos pueden ayudar a los más jóvenes a crecer, y los árboles pueden advertirse mutuamente de algunos peligros, como plagas.

Se trata de una especie de internet subterráneo para árboles y plantas, que les ayuda a apoyarse y comunicarse entre sí. La red es muy extensa: más de el 80 % de las plantas estarían conectadas, lo que la convertiría en uno de los sistemas de comunicación más antiguos del mundo.

Así como el internet nos permite conectarnos, compartir ideas, conocimientos e información que pueden influir en la toma de decisiones, esta "wood wide web" permite a las plantas usar hongos simbióticos para prepararse ante los cambios ambientales.

En este contexto, el uso de productos químicos en los suelos, la deforestación y el cambio climático pueden alterar esta forma de comunicación, afectando el ciclo del agua y la circulación de nutrientes. Dicho de otro modo, estas nuevas amenazas hacen que las plantas estén menos informadas y menos conectadas. Los efectos de la interrupción de estas redes aún no han sido investigados a fondo.

Pero sabemos que las respuestas defensivas de las plantas y la regulación de sus genes pueden verse alteradas por su red fúngica si están conectadas a ella.

Tales rupturas en la comunicación podrían hacerlas más vulnerables, y complicar aún más la protección y restauración de los ecosistemas en todo el mundo. Los científicos aún tienen mucho que aprender sobre estas redes increíblemente complejas.

Sabemos que es importante ayudar a los niños a aprender a leer para que puedan desenvolverse en el mundo que les rodea. Es igualmente importante asegurarnos de no desconectar la comunicación de las plantas. Después de todo, dependemos de las plantas para nuestro bienestar y supervivencia.
Página generada en 0.109 segundo(s) - alojado por Contabo
Acerca de - Aviso Legal - Contacto
Versión francesa | Versión inglesa | Versión alemana | Versión portuguesa