Imágenes sorprendentes revelan parásitos adheridos a la cabeza de un pez de las profundidades. Estos crustáceos, visibles en un video compartido por el Schmidt Ocean Institute, se alimentan de los fluidos de su huésped.
El video, capturado a 489 metros de profundidad cerca de las islas Sandwich del Sur, muestra dos copépodos de la especie
Lophoura szidati fijados sobre un pez del género
Macrourus . Estos parásitos, equipados con sacos de huevos, le dan al pez una apariencia inusual con lo que parecen coquetas.
Un pez cola de rata filmado cerca de las islas Sandwich del Sur con parásitos adheridos a su cabeza. Ver el video . Crédito: Schmidt Ocean Institute
Los
Macrourus , tambiĂ©n llamados granaderos, habitan las aguas frĂas del Atlántico y la Antártida. Viven entre 400 y 3.185 metros de profundidad, un hábitat donde parásitos como
L. szidati son frecuentes pero poco estudiados.
Las hembras de esta especie perforan la piel de los peces para alimentarse de sus tejidos musculares. Su ciclo de vida incluye varias etapas, comenzando por una fase larvaria donde se entierran en la piel de su huésped.
Los copépodos portan sacos con cientos de huevos, que mantienen adheridos a su cuerpo hasta la eclosión. Las larvas, una vez liberadas, buscan a su vez un huésped para continuar su desarrollo.
Se sabe poco sobre la esperanza de vida de estos parásitos, pero permanecen fijados a su huésped durante varios meses. Incluso después de morir, persisten rastros de su presencia en los tejidos del pez.
Este hallazgo subraya la importancia de investigar los ecosistemas marinos profundos. Interacciones como estas entre huéspedes y parásitos juegan un papel crucial en la biodiversidad oceánica.
¿Cómo infectan los copépodos parásitos a sus huéspedes?
Los copépodos parásitos comienzan su ciclo de vida como larvas microscópicas. Estas larvas nadan libremente hasta encontrar un huésped adecuado, frecuentemente un pez de las profundidades.
Al entrar en contacto con el huésped, las larvas se entierran en su piel. Luego se metamorfosean, desarrollando estructuras especializadas para adherirse firmemente y alimentarse de los tejidos del huésped.
Con el tiempo, los parásitos crecen y pueden producir cientos de huevos. Estos huevos son transportados en sacos adheridos al cuerpo del parásito hasta su eclosión.
Este proceso muestra la notable adaptación de estos organismos a un estilo de vida parasitario, explotando a sus huéspedes para sobrevivir y reproducirse en los hostiles entornos de las profundidades marinas.
¿Qué impacto tienen los parásitos en los peces de las profundidades?
Parásitos como
Lophoura szidati pueden afectar la salud y comportamiento de sus huéspedes. Al alimentarse de sus tejidos y fluidos, pueden debilitar a los peces infectados.
A pesar de esto, muchos peces de las profundidades coexisten con estos parásitos sin mostrar signos evidentes de estrés. Esto sugiere una relación donde huésped y parásito pueden alcanzar cierto equilibrio.
Las cicatrices y tejidos dañados por los parásitos pueden persistir mucho despuĂ©s de su muerte. Estas marcas ofrecen a los cientĂficos pistas sobre interacciones pasadas entre parásitos y huĂ©spedes.
Entender estas dinámicas es esencial para evaluar la salud de los ecosistemas marinos profundos y la biodiversidad que albergan.