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☄️ Lluvia de estrellas fugaces de las Perseidas: la cita que no te puedes perder
Publicado por Adrien, Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
Cada verano, la Tierra ofrece un espectáculo celeste natural: la lluvia de meteoros de las Perseidas. Este evento ocurre cuando nuestro planeta atraviesa una vasta nube de polvo dejada por el cometa Swift-Tuttle a lo largo de sus pasos alrededor del Sol. Estas partículas, a veces con siglos de antigüedad, viajan por el espacio hasta cruzarse con nuestra trayectoria, transformando el cielo nocturno en un lienzo salpicado de trazos luminosos fugaces.
En 2025, la cita será especialmente esperada en la noche del 12 al 13 de agosto. Es en ese momento preciso cuando la Tierra se sumergirá en la región más densa de la corriente, lo que promete el mayor número de estrellas fugaces visibles. Este pico ocurre cada año aproximadamente en la misma época, pero las condiciones de observación varían mucho según el clima, la contaminación lumínica y la fase de la Luna.
Las Perseidas deben su nombre a la constelación de Perseo, donde se encuentra el "radiante", el punto del cielo del que parecen provenir los meteoros. En realidad, estos trazos luminosos no tienen nada que ver con estrellas. Son causados por fragmentos minúsculos, a veces más pequeños que un grano de arena, que penetran en la atmósfera terrestre a una velocidad vertiginosa de casi 60 kilómetros por segundo. La fricción con el aire los calienta a miles de grados, vaporizándolos casi instantáneamente y produciendo esa luz breve pero intensa.
Sin embargo, este año, un obstáculo importante podría reducir el número de meteoros visibles: la Luna. Casi llena solo tres días después de su apogeo luminoso del 9 de agosto, permanecerá muy brillante y su resplandor borrará las estrellas fugaces más discretas. Este fenómeno es bien conocido por los astrónomos aficionados: incluso durante un pico intenso, un cielo demasiado iluminado dificulta la caza de meteoros, especialmente para quienes esperan observar trazos largos.
Para maximizar tus posibilidades, los especialistas recomiendan alejarse de las ciudades para evitar la contaminación lumínica, elegir un lugar con un horizonte despejado y, si es posible, ocultar la Luna detrás de un obstáculo natural o una construcción. Esto preservará tu visión nocturna y facilitará la detección de los meteoros más brillantes. Una simple tumbona o una manta en el suelo, un jersey para el fresco nocturno y un poco de paciencia son los ingredientes para una observación exitosa.
El momento más propicio para la observación suele ser después de medianoche, cuando la constelación de Perseo se eleva más en el cielo. A esa hora, el radiante está mejor posicionado, aumentando la probabilidad de ver meteoros en todas direcciones. Aunque este año el brillo lunar reducirá el número de fenómenos visibles, se pueden esperar varias decenas de hermosas estrellas fugaces por hora en buenas condiciones.
El cometa Swift-Tuttle, fuente de la lluvia anual de estrellas fugaces de las Perseidas, es visible en esta imagen en falso color tomada por el astrónomo Jim Scotti el 24 de noviembre de 1992, durante el último acercamiento del cometa a la Tierra. (Crédito de la imagen: Imágenes de Jim Scotti, Universidad de Arizona)
Las Perseidas no son solo una cita estética: cada meteoro observado es un fragmento del pasado, proveniente de los escombros dejados por Swift-Tuttle en sus pasos anteriores, el último en 1992 y el próximo previsto para 2126. Este ballet celeste conecta así generaciones y recuerda que nuestro planeta viaja en un entorno cósmico en constante movimiento.
El fenómeno es conocido desde la antigüedad. Archivos chinos mencionan lluvias de estrellas espectaculares desde el siglo IV, y los astrónomos medievales europeos a menudo veían en ellas signos religiosos o políticos. Hoy, las Perseidas se han convertido en un evento popular, seguido por millones de personas en todo el mundo, a menudo acompañado de la tradición de "pedir un deseo" con cada meteoro avistado.
Aunque atenuadas por el brillo de la Luna, las Perseidas de 2025 conservarán su poder de asombro. Porque no solo importa el número de estrellas fugaces, sino también la experiencia: un cielo de verano, la espera de un trazo luminoso y esa sensación fugaz de pertenecer a la inmensidad del cosmos. Quizás sea en esta simplicidad donde reside la verdadera magia del espectáculo.
Así que, seas un apasionado o simplemente un paseante nocturno, la noche del 12 al 13 de agosto será la ocasión de levantar la vista y dejarte sorprender. Los meteoros son impredecibles, pero es precisamente ese elemento de azar lo que hace que cada observación sea única.