🚀 Los lanzamientos de cohetes están erosionando poco a poco la capa de ozono

Publicado por Adrien,
Fuente: npj Climate and Atmospheric Science
Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
El rápido aumento de los lanzamientos de cohetes podría ralentizar la recuperación de la capa de ozono, según un estudio reciente. Los científicos alertan sobre impactos potencialmente subestimados.

Las emisiones de los cohetes y los desechos espaciales durante su reentrada atmosférica se acumulan en las capas medias de la atmósfera. A diferencia de los contaminantes terrestres, persisten allí mucho más tiempo, exacerbando su efecto sobre el ozono. Esta capa protectora, esencial para filtrar los rayos UV nocivos, ya muestra signos de fragilidad.


Vista de los motores Raptor del cohete Super Heavy durante el segundo vuelo de Starship.
Imagen SpaceX

Las investigaciones realizadas por un equipo internacional, publicadas en npj Climate and Atmospheric Science, revelan proyecciones alarmantes. Con una hipótesis de 2040 lanzamientos anuales para 2030, el ozono podría disminuir un 0,3% en promedio, con picos del 4% sobre la Antártida. Estas cifras se suman a los daños históricos causados por los CFC.

La elección de los combustibles juega un papel crucial en el impacto ambiental de los cohetes. Los motores de propelente sólido, ricos en cloro, y aquellos que emiten partículas de hollín son particularmente nocivos. Solo los sistemas que utilizan combustibles criogénicos, como el oxígeno e hidrógeno líquidos, presentan un bajo riesgo para el ozono.

Los efectos de las reentradas atmosféricas de satélites siguen siendo poco comprendidos. Estos eventos liberan metales y óxidos de nitrógeno, susceptibles de agravar la reducción del ozono. La ausencia de estos datos en los modelos actuales sugiere que el impacto real podría estar subestimado.

¿Cómo afectan los cohetes a la capa de ozono?


Los cohetes liberan en la atmósfera sustancias como el cloro y partículas de hollín, que dañan la capa de ozono. El cloro actúa como catalizador, destruyendo las moléculas de ozono, mientras que el hollín calienta la atmósfera, acelerando reacciones químicas nocivas.

Estas emisiones son particularmente problemáticas en las capas medias de la atmósfera, donde persisten mucho tiempo al no existir procesos naturales de eliminación. A diferencia de los contaminantes terrestres, no son arrastrados por las lluvias, lo que prolonga su impacto.

Los motores de propelente sólido son los principales emisores de cloro, mientras que la mayoría de los combustibles de cohetes producen hollín. El aumento previsto de lanzamientos podría agravar la situación, retrasando la recuperación de la capa de ozono durante décadas.

¿Qué alternativas existen a los combustibles nocivos para cohetes?


Los combustibles criogénicos, como el oxígeno e hidrógeno líquidos, representan una solución prometedora. Prácticamente no emiten cloro ni hollín, minimizando así su impacto en la capa de ozono.

Sin embargo, su uso es limitado. Su manipulación requiere infraestructuras especializadas y precauciones estrictas, lo que incrementa costos y complejidad de las misiones.

Otras alternativas, como biocombustibles o propelentes menos contaminantes, están en estudio. Estas opciones podrían reducir la huella ambiental de los lanzamientos sin sacrificar rendimiento.

El desarrollo y adopción de estas tecnologías dependerá de las inversiones y regulaciones que fomenten su uso.
Página generada en 0.263 segundo(s) - alojado por Contabo
Acerca de - Aviso Legal - Contacto
Versión francesa | Versión inglesa | Versión alemana | Versión portuguesa