La vacunación es un pilar de la medicina preventiva, habiendo erradicado o controlado enfermedades como la viruela y la poliomielitis. Una publicación en Nature en abril de 2025 reveló que la vacuna contra el herpes zóster podrÃa reducir en un 20% el riesgo de demencia. Este descubrimiento abre perspectivas inesperadas sobre los beneficios secundarios de las vacunas.
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El estudio se basó en una modificación de la polÃtica de salud en Gales para comparar dos grupos de edad similares. Los resultados muestran una reducción significativa de casos de demencia entre los vacunados. Las mujeres parecen beneficiarse más de esta protección, aunque los mecanismos subyacentes aún deben ser dilucidados.
La demencia representa un desafÃo mayor para la salud pública, con cifras en constante aumento. Los tratamientos actuales ofrecen beneficios limitados, lo que hace importante la búsqueda de nuevos enfoques. Las vacunas, tradicionalmente utilizadas contra infecciones, podrÃan convertirse asà en una herramienta valiosa para la prevención de enfermedades neurodegenerativas.
Los próximos pasos incluyen ensayos clÃnicos rigurosos para validar estas observaciones y explorar plenamente su potencial.
La inmunidad entrenada se refiere a una mejora en la respuesta inmunitaria tras la exposición a agentes patógenos o vacunas. A diferencia de la inmunidad especÃfica, ofrece una protección más amplia contra diversas infecciones.
Algunos estudios asocian este virus con un mayor riesgo de demencia, quizás debido a la inflamación que provoca en el cerebro. La vacuna contra el herpes zóster podrÃa reducir este riesgo al prevenir la reactivación del virus.
Esta hipótesis aún debe confirmarse con estudios especÃficos. Sin embargo, ilustra la conexión entre infecciones virales y salud cerebral, un campo de investigación en plena expansión.