Uno de los primeros agujeros negros jamás captados en imagen, M87*, situado en el corazón de la galaxia Messier 87 a 55 millones de años luz de la Tierra, continúa sorprendiendo a los astrónomos con su comportamiento. Nuevas observaciones revelan transformaciones inesperadas en su entorno inmediato.
Según Sebastiano von Fellenberg, ex investigador del Instituto Max Planck de RadioastronomÃa en Alemania, los cambios observados en la polarización indican que el entorno del agujero negro evoluciona rápidamente, potencialmente en solo unas semanas. Esta variabilidad contrasta con la estabilidad de las imágenes de intensidad total, que muestran la masa y la gravedad constantes de M87*. Los investigadores esperan en el futuro realizar una secuencia de imágenes más frecuente, similar a una pelÃcula, para captar mejor estas dinámicas.