🥤 Enferma de gravedad, esta paciente fue tratada con... refresco de cola

Publicado por Adrien,
Fuente: New England Journal of Medicine
Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
Una paciente de 63 años de Massachusetts acudió a urgencias tras un mes de náuseas y vómitos persistentes, acompañados de una pérdida de apetito preocupante. También describía dolores ardientes en la parte superior del abdomen y en el lado derecho del tórax, que se irradiaban hacia la espalda. A pesar de sus intentos de tratamiento con medicamentos de venta libre para el reflujo ácido, sus síntomas no habían hecho más que empeorar, lo que llevó a los médicos a buscar una causa más profunda.


Las bebidas carbonatadas pueden disolver los "bezoares", masas compactas de comida no digerida en el estómago.

Los antecedentes médicos de la paciente revelaron que tomaba semaglutida, un medicamento inyectable de la clase de los agonistas del receptor GLP-1, recetado para la diabetes tipo 2 y el control del peso. Aunque había perdido aproximadamente 18 kilogramos en un año, esta pérdida de peso se había acelerado durante el último mes, coincidiendo con el empeoramiento de sus síntomas. Los exámenes iniciales, que incluían una tomografía abdominal, mostraron una dilatación de las vías biliares y la presencia de material semisólido en el estómago, sin obstrucción intestinal evidente.

Para refinar el diagnóstico, el equipo médico realizó una colangiopancreatografía por resonancia magnética, una técnica de imagen no invasiva que visualiza los conductos biliares, la vesícula biliar, el páncreas y sus conductos. Este examen confirmó la dilatación de las vías biliares y detectó una masa en el estómago, interpretada inicialmente como aire atrapado. Una endoscopia digestiva alta, que explora desde el esófago hasta el intestino delgado, identificó finalmente un bezoar gástrico, una acumulación compacta de restos de alimentos parcialmente digeridos.

El tratamiento consistió en suspender inmediatamente el semaglutida, ya que este medicamento ralentiza el vaciamiento gástrico, favoreciendo la formación de bezoares. Para disolver la masa, los médicos optaron por un método sorprendente pero validado: la administración de refresco de cola. Estudios anteriores, publicados especialmente en el New England Journal of Medicine, recomiendan hasta 3 litros de cola en 12 horas, pero adaptándose a su diabetes, la paciente recibió 1,5 litros de la versión light. Al día siguiente, sintió una sensación de tirón abdominal seguida de un alivio completo de sus náuseas y dolores.

Los bezoares gástricos son raros, representando menos del 0,5 % de las endoscopias digestivas altas. El tipo más común, el fitobezoar, se forma a partir de fibras vegetales no digeribles como la celulosa, presentes en los caquis, las piñas o el apio. Diversos factores aumentan el riesgo, incluyendo las cirugías gástricas, las lesiones nerviosas o los medicamentos que retrasan el vaciamiento del estómago. En este caso, el semaglutida era el principal sospechoso, y su suspensión fue esencial para la resolución del problema.

La disolución con refresco de cola, aunque sorprendente, se privilegia como tratamiento de primera línea por su simplicidad y bajo riesgo de complicaciones en comparación con las intervenciones invasivas. Después de su salida del hospital, la paciente retomó una alimentación normal sin recidiva de los síntomas, con un apetito recuperado y una ligera ganancia de peso. Se mantuvo bajo tratamiento diario para el reflujo ácido, evitando cualquier reinicio del semaglutida, y su estado se mantuvo estable en los meses siguientes.
Página generada en 0.164 segundo(s) - alojado por Contabo
Acerca de - Aviso Legal - Contacto
Versión francesa | Versión inglesa | Versión alemana | Versión portuguesa