💫 Un asteroide ultrarápido descubierto cerca del Sol

Publicado por Adrien,
Fuente: Carnegie Science
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Un asteroide recientemente identificado está atrayendo la atención de los astrónomos por su frenética carrera alrededor del Sol. Descubierto en condiciones de observación particulares, este cuerpo celeste llamado 2025 SC79 se distingue por sus características orbitales excepcionales que lo convierten en uno de los objetos más rápidos de nuestro vecindario cósmico.

El asteroide 2025 SC79 completa su revolución alrededor del Sol en solo 128 días, una velocidad que lo sitúa en el segundo puesto de las órbitas asteroidales más rápidas jamás registradas. Con un tamaño estimado de aproximadamente 700 metros de largo, comparable a los rascacielos más altos del mundo, este objeto se desplaza sobre una trayectoria que lo mantiene dentro de la órbita de Venus. Su detección fue realizada por el astrónomo Scott Sheppard, célebre por sus numerosos descubrimientos de lunas alrededor de los planetas gigantes, quien lo localizó el 27 de septiembre pasado en la luz crepuscular.


Secuencia de imágenes que muestra el desplazamiento del asteroide 2025 SC79 respecto a las estrellas fijas en el fondo durante su noche de descubrimiento
Crédito: Scott S. Sheppard

La localización de este asteroide en la zona crepuscular, ese período en que el Sol acaba de ponerse o está a punto de salir, representa un desafío técnico mayor para los astrónomos. Como explica Scott Sheppard en el comunicado de Carnegie Science, estos objetos situados cerca del Sol solo pueden observarse durante breves ventanas temporales. Esta dificultad de observación hace que estos asteroides sean particularmente preocupantes para la seguridad planetaria, pues si modificaran su trayectoria en dirección a la Tierra, su detección tardía limitaría las posibilidades de reacción.

El anuncio oficial del descubrimiento fue difundido el 15 de octubre mediante una circular del Minor Planet Center, el organismo internacional responsable del censo de los pequeños cuerpos celestes.

Las próximas observaciones de 2025 SC79 deberán esperar varios meses, el tiempo que el asteroide emerja desde detrás del Sol desde nuestra perspectiva terrestre. Las investigaciones futuras permitirán analizar su composición y comprender cómo resiste a las temperaturas extremas generadas por su proximidad con nuestra estrella. El estudio de estos objetos rápidos ayuda también a los científicos a reconstruir la historia del Sistema Solar trazando las perturbaciones gravitacionales que han modificado sus órbitas a lo largo de los miles de millones de años.

La vigilancia continua de los asteroides representa una prioridad para las agencias espaciales y los observatorios astronómicos de todo el mundo. Aunque ninguna amenaza inmediata ha sido identificada tras décadas de investigación metódica, la detección temprana sigue siendo esencial para la protección de nuestro planeta. La red internacional de telescopios, incluyendo las instalaciones de la NASA, mantiene una vigilancia constante, considerando esta misión lo suficientemente importante para continuar incluso en condiciones operacionales difíciles.

La mecánica orbital de los cuerpos rápidos


La velocidad orbital de un cuerpo celeste alrededor del Sol depende principalmente de dos factores: su distancia a la estrella y la forma de su órbita. Según las leyes de Kepler, cuanto más cerca está un objeto del Sol, mayor es su velocidad orbital, lo que explica por qué asteroides como 2025 SC79 completan su revolución en tan poco tiempo.

Estas órbitas rápidas siguen generalmente trayectorias elípticas muy alargadas, donde el asteroide pasa muy cerca del Sol en su perihelio (punto más cercano) luego se aleja en su afelio (punto más lejano). Esta configuración orbital expone al objeto a variaciones térmicas extremas y a fuerzas gravitacionales intensas que pueden modificar su estructura interna con el tiempo.

La estabilidad de estas órbitas está influenciada por las perturbaciones gravitacionales de los planetas vecinos, particularmente Venus y Mercurio. Estas interacciones pueden modificar progresivamente la inclinación orbital, la excentricidad e incluso transferir el asteroide hacia una órbita diferente en escalas de tiempo de millones de años.

El estudio de estas dinámicas orbitales ayuda a los planetólogos a rastrear la historia migratoria de los pequeños cuerpos en el Sistema Solar. También permite desarrollar modelos predictivos para anticipar las evoluciones orbitales futuras y evaluar los riesgos de colisión potenciales con los planetas telúricos.
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