El jueves 13 de noviembre, un cohete New Glenn de Blue Origin despegó con las dos sondas gemelas ESCAPADE de la NASA a bordo (ver nuestro artÃculo). Este lanzamiento marca la primera misión marciana en más de cinco años, pero contrariamente a lo esperado, los ingenios no se dirigen directamente a Marte. Fueron propulsados hacia el punto de Lagrange L2, una zona estable situada a aproximadamente 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, donde permanecerán durante doce meses. Esta etapa intermedia les permitirá estudiar las condiciones espaciales locales antes de partir nuevamente hacia nuestro planeta para una maniobra de asistencia gravitacional en noviembre de 2026.
Esta trayectoria inusual responde a una situación: el alineamiento favorable entre la Tierra y Marte solo ocurre cada 26 meses. Como la próxima ventana óptima está prevista solo para finales de 2026, las sondas esperarán pacientemente cerca del punto L2. Como explica Jeffrey Parker de Advanced Space LLC, socio de la misión, ESCAPADE prueba la posibilidad de lanzar hacia Marte fuera de los perÃodos de alineamiento planetario. Esta innovación podrÃa flexibilizar considerablemente la planificación de las futuras exploraciones.
La estabilidad gravitacional de estos puntos los convierte asÃ, y esto es nuevo, en relevos para la exploración espacial. Sirven como bases avanzadas para probar tecnologÃas, estudiar el entorno espacial profundo o preparar maniobras.
La asistencia gravitacional, un empujón planetario
La eficacia de la asistencia gravitacional depende de la masa del planeta utilizado y de la proximidad del sobrevuelo. Permite alcanzar destinos lejanos a menor coste.