Las auroras boreales, o "auroras polares", son fenómenos causados por la interacción entre las partículas cargadas del viento solar y la magnetosfera terrestre. Cuando estas partículas golpean la atmósfera terrestre, excitan las moléculas de gas, principalmente oxígeno y nitrógeno, provocando emisiones de luz. Los colores observados varían según los gases implicados: el verde y el rojo provienen del oxígeno, mientras que el azul y el violeta resultan del nitrógeno.
Este raro espectáculo en Europa y Estados Unidos fue posible gracias a una intensificación de la actividad solar. Erupciones solares masivas, con eyecciones de masa coronal, proyectaron nubes de partículas cargadas hacia la Tierra. Esta intensificación amplió el óvalo auroral, permitiendo que las auroras descendieran hasta latitudes más bajas.
Las redes sociales se incendiaron con fotos y videos de este espectáculo, capturados por aficionados y fotógrafos profesionales. Las condiciones meteorológicas favorables, con cielos despejados y poca contaminación lumínica, contribuyeron a la visibilidad de las auroras.
Si te perdiste este espectáculo, deberían manifestarse nuevas ocasiones y habrá que estar atento. Otras oportunidades para observar auroras boreales en Europa y Estados Unidos son probables en las próximas semanas y meses. La actividad solar sigue un ciclo de aproximadamente 11 años, y actualmente nos estamos acercando a un máximo solar previsto para 2025.