Existen terapias reconocidas para tratar a las personas que sufren de hiperfagia bulímica, pero los tiempos de espera para consultar a los profesionales que las ofrecen pueden variar entre 6 y 12 meses.
Las personas que no desean esperar tanto antes de ser tratadas por este trastorno alimenticio y aquellas para quienes el acceso a estas terapias es problemático podrían beneficiarse de una nueva intervención eficaz basada en el autocuidado, demuestra
un estudio que acaba de ser publicado en el
Canadian Journal of Dietetic Practice and Research.
El equipo que llevó a cabo este estudio informa que esta intervención reduce en más del 70% la frecuencia de los episodios de hiperfagia bulímica y proporciona beneficios psicológicos.
Catherine Bégin y Maxime Legendre, de la Escuela de Psicología de la Universidad Laval, así como Geneviève Arbour y Marie-France Langlois, de la Universidad de Sherbrooke, demostraron esta intervención al probarla en 22 mujeres que presentaban síntomas típicos de la hiperfagia bulímica, también llamada trastorno de atracón.
"Este trastorno de salud mental afecta a aproximadamente el 1,6% de las mujeres y al 0,8% de los hombres", señala
Catherine Bégin, profesora en la Escuela de Psicología e investigadora en el Centro Nutrición, Salud y Sociedad y en el Instituto de Nutrición y Alimentos Funcionales de la Universidad Laval. "Se manifiesta mediante episodios recurrentes e intensos de consumo excesivo de alimentos acompañados de una sensación de pérdida de control sobre la comida. A diferencia de la bulimia, el trastorno de atracón no está asociado a comportamientos compensatorios, como el uso de laxantes, los vómitos o el ejercicio excesivo."
Este trastorno frecuentemente está asociado a problemas físicos, como la obesidad y la diabetes, y a problemas psicológicos, como la ansiedad y la depresión, continúa la profesora Bégin. "Las personas que lo padecen a menudo sienten mucha vergüenza en cuanto a su comportamiento alimentario, lo que contribuye a que demoren en buscar ayuda."
¡El lunes ya no me pongo a dieta!
La intervención probada por el equipo de investigación está inspirada en el libro y el cuaderno de ejercicios
¡El lunes ya no me pongo a dieta!, publicados por la nutricionista Geneviève Arbour y la trabajadora social Judith Petitpas. Estos documentos brindan información sobre la nutrición, la hiperfagia bulímica y la alimentación intuitiva.
Las mujeres que participaron en el estudio debían realizar lecturas del libro, completar un diario psicosocial y un diario alimentario, y realizar ejercicios y tareas relacionadas con el contenido semanal. Una nutricionista con experiencia en trastornos alimenticios realizaba el seguimiento de cada participante mediante una llamada telefónica semanal de unos veinte minutos.
El equipo de investigación evaluó a las participantes al inicio de la intervención, en las semanas 4 y 8 del programa y 12 semanas después del final de la intervención. Los análisis mostraron que al término de la intervención de 8 semanas, la frecuencia de los días con episodios de atracón había disminuido en un 70% y la gravedad de los síntomas depresivos había bajado en un 45%, pasando de leve a mínima. Estas mejoras seguían presentes 12 semanas después del final de la intervención.
"Además, las participantes se imponían menos restricciones alimentarias y tenían menos preocupaciones respecto a los alimentos y su peso", añade la profesora Bégin. "Solo una mujer no completó la intervención de 8 semanas, y el 96% de las participantes se declararon satisfechas o muy satisfechas con el programa."
Este autotratamiento podría así convertirse en un primer nivel de atención para el trastorno de atracón, estima la investigadora. "Podría ser ofrecido por nutricionistas o profesionales psicosociales con cierta experiencia en trastornos alimentarios, lo que reduciría los problemas de accesibilidad a la atención para las personas que sufren de hiperfagia bulímica. Para algunas personas, esta intervención podría ser suficiente. Aquellas que respondan menos bien podrían ser referidas a psicólogos que ofrezcan psicoterapia para trastornos alimentarios o a centros especializados en el tratamiento de trastornos alimentarios."