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A la búsqueda de un cráter perdido
Publicado por Adrien, Fuente: CNRS INSU Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
Hace aproximadamente ochocientos mil años, un asteroide impactó la Tierra, devastando Indochina y proyectando gotas provenientes de la fusión de la superficie terrestre (las tectitas, llamadas australasitas) hasta Australia y la Antártida. Estas tectitas se conocen desde Darwin, pero el cráter aún no ha sido encontrado.
El estudio a nanoescala, llevado a cabo por el CNRS Terre & Univers, de un grano de monacita (fosfato de tierras raras) de 50 micras, recuperado en una tectita estratificada grande de Tailandia (Cf. Foto), aporta pistas clave para localizar este cráter.
La combinación de herramientas avanzadas de microcaracterización, microsonda y microscopios electrónicos (de barrido y de transmisión), revela que la monacita es el vestigio de un único grano detrítico. Este grano experimentó temperaturas muy elevadas, con la inyección de silicatos fundidos atrapados en la porosidad de las uniones de los granos, y un recocido que favoreció la migración de dislocaciones y la formación de sub-uniones.
La ausencia de defectos de irradiación en la monacita confirma que este episodio de recocido ocurrió recientemente, en concordancia con la edad del impacto. La preservación de una zonificación primaria del grano, así como la ausencia de perfiles de difusión detectables a estas escalas, indican que la monacita no alcanzó su punto de fusión (~2050 °C) antes de su rápido enfriamiento (~1000 °C/s).
Las dataciones (U-Th-Pbtotal) obtenidas en la monacita no cambiaron durante el impacto: 73 ± 6 Ma en el dominio rico en Th y 156 ± 15 Ma en el dominio pobre en Th. Estas edades corresponden por tanto a las rocas presentes en el objetivo del impacto.
Así, la comparación de los resultados del estudio con una base de datos detallada que contiene las edades de las monacitas y las relaciones Th/U, en el Sudeste Asiático, indica que el cráter australasiano debe buscarse en el triángulo formado por Filipinas, la costa sur de China y el norte de Vietnam.
Esto excluye una buena parte de las posibles ubicaciones previamente propuestas (sur de Indochina, norte de China) y proporciona nuevas claves para finalmente resolver el misterio del cráter perdido.