Explorar la evolución de las glándulas mamarias podría cambiar nuestra comprensión de la biología de los mamíferos. A través de una tecnología innovadora, científicos recrean en laboratorio versiones en miniatura de estas glándulas, llamadas organoides, para desentrañar los secretos de la lactancia, la regeneración tisular y los inicios del cáncer de mama.
Aquí se muestra una imagen de un organoide de glándula mamaria de conejo. Los organoides se crean a partir de células madre que se impulsan a convertirse en células específicas de órganos. Crédito: Rauner Lab/Tufts University, CC BY-ND
Los organoides no son simplemente réplicas de órganos. Son estructuras tridimensionales, derivadas de células madre, que imitan tanto la estructura como la función de los verdaderos tejidos orgánicos. A diferencia de los cultivos celulares tradicionales en dos dimensiones, los organoides ofrecen una complejidad similar a la de los tejidos vivos, permitiendo a los científicos estudiar procesos biológicos complejos en un entorno controlado.
La diversidad de los mamíferos es impresionante. Especies como los monotremas, tales como el ornitorrinco y el equidna, poseen glándulas mamarias distintas, adaptadas a estrategias reproductivas únicas. Estos animales, que ponen huevos en lugar de dar a luz a crías vivas, presentan glándulas mamarias sin pezones, secretando la leche a través de pelos especializados. El estudio de los organoides procedentes de estas especies podría revelar las presiones evolutivas que han modelado estas estructuras antiguas.
Los organoides mamarios imitan la estructura y función de los tejidos reales. Crédito: Gat Rauner/Creado con BioRender.com, CC BY-SA
Más allá de la comprensión de las glándulas mamarias, los organoides ofrecen una ventana a la regeneración tisular. La glándula mamaria, que se regenera en cada ciclo reproductivo, constituye un modelo ideal para estudiar este fenómeno. Avances en medicina regenerativa podrían derivarse de la comprensión de los mecanismos subyacentes a esta regeneración, potencialmente aplicables a condiciones como enfermedades cardíacas y diabetes.
La aplicación de los organoides a la investigación sobre el cáncer de mama también es prometedora. Estudiar organoides provenientes de especies raramente afectadas por tumores mamarios podría revelar mecanismos protectores e inspirar nuevas estrategias de prevención y tratamiento en humanos.
Aunque los organoides son herramientas poderosas, presentan limitaciones. No pueden reproducir completamente la complejidad de los tejidos vivos, y los descubrimientos provenientes de estos estudios deben ser validados in vivo. No obstante, la tecnología de organoides sigue evolucionando, ofreciendo oportunidades inéditas para explorar la diversidad y evolución de los mamíferos.