¿Crear hidrógeno a partir de aguas residuales? La idea puede parecer sorprendente, pero es muy real. Una innovación británica promete transformar las plantas de tratamiento en auténticas centrales de energía renovable.
Esto es lo que destaca Wastewater Fuels, una PYME ubicada en Warwickshire. ¿Su arma secreta? Una tecnología pionera que podría cambiar radicalmente la gestión de las aguas residuales.
Esta empresa ha desarrollado una Célula de Electrólisis Microbiana (MEC) que permite convertir la materia orgánica contenida en las aguas residuales en hidrógeno. Un proceso que combina eficiencia energética y economía circular.
El concepto se basa en el uso de varillas de malla de acero inoxidable sumergidas en las aguas residuales. Estas varillas favorecen la proliferación de microbios que descomponen la materia orgánica en iones de hidrógeno. Los iones generados migran hacia el núcleo de las varillas, donde se convierten en hidrógeno gaseoso. Este gas puede luego ser recolectado, almacenado y utilizado como combustible.
A diferencia de los sistemas de tratamiento convencionales, esta innovación no requiere piezas móviles ni mucho espacio. Además, demanda menos mantenimiento, lo que la hace ideal para sitios aislados o de difícil acceso.
Wastewater Fuels ahora se prepara para desplegar su tecnología a gran escala. Ya se han realizado con éxito pruebas en instalaciones gestionadas por Severn Trent Water.
Además del objetivo de purificar el agua, la producción de hidrógeno podría servir para alimentar vehículos o generar electricidad en el lugar. Una opción doblemente ecológica y económica. Para este innovador proyecto, Wastewater Fuels cuenta con el respaldo de la Defence and Security Accelerator (DASA) y del ayuntamiento de Coventry, que han financiado parte de las investigaciones. Las primeras instalaciones deberían ver la luz en la estación RAF Digby.
¿Por qué es importante el hidrógeno para el futuro energético?
El hidrógeno se considera un elemento clave para el futuro energético debido a su capacidad para proporcionar energía limpia y renovable. Cuando se utiliza como combustible, solo produce agua, lo que lo convierte en una alternativa a los combustibles fósiles que emiten CO₂ y otros contaminantes.
El hidrógeno puede ser almacenado y transportado, permitiendo así estabilizar las redes energéticas al compensar las fluctuaciones de las fuentes de energía renovable como la solar o eólica. También ofrece soluciones para sectores difíciles de descarbonizar, como la industria pesada y los transportes de larga distancia.