Descubrimiento: el cerebro humano podría almacenar y procesar 10 veces más información de lo estimado
Como una computadora, el cerebro almacena información en "bits", basados en las conexiones entre las neuronas, las sinapsis. Hasta hace poco, se pensaba que estas sinapsis tenían capacidades limitadas, restringiendo así la capacidad de almacenamiento del cerebro. Sin embargo, investigaciones recientes cuestionan esta idea e indican que el cerebro podría almacenar diez veces más información.
El estudio en cuestión desarrolló un método preciso para evaluar la fortaleza de las conexiones neuronales en ratas. Estas sinapsis, esenciales para el aprendizaje y la memoria, son los puntos de comunicación entre las neuronas, permitiendo el almacenamiento y el intercambio de información.
Gracias a este nuevo enfoque, los investigadores pudieron medir de manera más precisa la cantidad de información que las sinapsis pueden almacenar. Publicado el 23 de abril en la revista Neural Computation, este análisis podría no solo mejorar nuestra comprensión del aprendizaje, sino también de las enfermedades neurodegenerativas y del envejecimiento, que debilitan estas conexiones.
En el cerebro humano, se encuentran más de 100 billones de sinapsis. Estas se fortalecen o se debilitan en función de la actividad neuronal, un fenómeno llamado plasticidad sináptica. Al envejecer o desarrollar enfermedades neurológicas como el Alzheimer, las sinapsis se vuelven menos activas, reduciendo así las capacidades cognitivas y la memoria.
Para medir la fortaleza y la plasticidad de las sinapsis, los investigadores utilizaron la teoría de la información, un método matemático para entender la transmisión de información. Así pudieron cuantificar la capacidad de las sinapsis para transmitir información a pesar del "ruido de fondo" cerebral.
El análisis de las sinapsis de un hipocampo de rata reveló que podían almacenar entre 4,1 y 4,6 bits de información, confirmando la hipótesis de que las sinapsis pueden contener mucho más de un bit cada una. Este descubrimiento podría permitir comparar la capacidad de almacenamiento de diferentes áreas del cerebro y estudiar los cambios relacionados con las enfermedades neurodegenerativas.