📡 Descubrimiento en el espacio de un extraño y potente doble círculo de radio

Publicado por Cédric,
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Monthly Notices of the Royal Astronomical Society
Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
Una extraña forma ha aparecido en el Universo: un doble anillo luminoso, invisible a simple vista, pero perfectamente discernible para los radiotelescopios. Esta estructura colosal, más vasta que varias galaxias reunidas, podría redefinir nuestra comprensión de los fenómenos extremos que agitan el cosmos.

Descubierto por una alianza inédita entre investigadores profesionales y astrónomos aficionados, este "Odd Radio Circle" — o ORC — representa el ejemplo más potente y más lejano jamás observado. Su luz, captada hoy, ha viajado durante más de siete mil millones de años antes de alcanzar la Tierra. Este hallazgo, publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, ilumina un poco más el origen de estos misteriosos anillos de radio que aparecieron por primera vez en las observaciones en 2019.


Figura que muestra la fuente de radio RAD J131346.9+500320 observada a 144 MHz con una resolución angular de 6".
(a) Imagen LoTSS, donde solo la emisión por encima del ruido (50 μJy/beam) es visible; la cruz blanca indica la galaxia anfitriona.
(b) Mapa de radio realzado por filtro de Sobel horizontal y vertical, destacando los gradientes de brillo y estructuras filamentarias.
(c) Contornos de radio LoTSS superpuestos a la imagen óptica BASS; dos círculos verdes indican los anillos, y los círculos cian punteados marcan galaxias de desplazamiento al rojo similar.
(d) Misma vista que (c), pero con las galaxias codificadas en colores según su desplazamiento al rojo; los dos grandes círculos verdes punteados indican nuevamente los anillos.


Un fenómeno cósmico aún poco comprendido


Los ORC se presentan como círculos gigantescos de emisión de radio que rodean una galaxia, a veces diez o veinte veces más vastos que la Vía Láctea. Su radiación solo puede detectarse en la banda de radio del espectro electromagnético. Estas estructuras están formadas por un plasma magnetizado que se mueve a velocidades cercanas a la de la luz.

Las primeras hipótesis relacionaban su formación con choques provenientes de la fusión de agujeros negros supermasivos o con colisiones entre galaxias. Estos eventos, capaces de liberar inmensas cantidades de energía, podrían generar ondas de choque de radio visibles a lo largo de millones, e incluso miles de millones, de años luz.

El nuevo estudio avanza una explicación diferente: estos anillos provendrían de potentes flujos de partículas, llamados "supervientos galácticos". Estos vientos serían emitidos por galaxias espirales activas, donde la energía combinada del agujero negro central y de la formación de estrellas expulsa la materia en forma de chorros de radio.

Un descubrimiento procedente de la ciencia participativa


El objeto denominado RAD J131346.9+500320 fue identificado gracias a la plataforma RAD@home Astronomy Collaboratory, un programa de ciencia ciudadana lanzado por la Universidad de Mumbai. Este proyecto asocia a voluntarios en el análisis de imágenes astronómicas recogidas por instrumentos de vanguardia.

Los participantes colaboraron con los investigadores para examinar los datos procedentes del radiotelescopio europeo LOFAR, compuesto por cientos de miles de antenas distribuidas en varios países. Funcionando a frecuencias muy bajas, LOFAR permite sondear el cielo tal como aparecía hace miles de millones de años.

Este nuevo ORC, situado a un desplazamiento al rojo de 0,94 (cuando el universo tenía la mitad de su edad actual), presenta dos anillos que se cruzan, una característica extremadamente rara observada solo una vez más. Su potencia de emisión de radio y su distancia lo convierten en una pieza maestra para comprender la evolución de las galaxias activas.

Primos cósmicos igualmente asombrosos


En paralelo a este descubrimiento, los investigadores han sacado a la luz otros dos gigantes de radio. El primero, RAD J122622.6+640622, se extiende sobre casi tres millones de años luz. Su chorro, brutalmente desviado, forma un anillo de cien mil años luz en su extremo.

El segundo, RAD J142004.0+621715, mide aproximadamente 1,4 millones de años luz. Presenta un anillo similar en el extremo de uno de sus chorros, acompañado de un contrachorro más estrecho en el lado opuesto de la galaxia anfitriona.

Estos dos objetos residen en cúmulos de galaxias que contienen plasma caliente a millones de grados. Las interacciones entre los chorros de materia relativista y este medio denso parecen modelar estas formas espectaculares, vinculando su apariencia a las dinámicas de su entorno.
Página generada en 0.146 segundo(s) - alojado por Contabo
Acerca de - Aviso Legal - Contacto
Versión francesa | Versión inglesa | Versión alemana | Versión portuguesa