El microordenador Q1 es a menudo visto como el precursor del ordenador de escritorio moderno.
Crédito: Just Clear
Estos Q1, fabricados por la empresa estadounidense Q1 Corporation en 1972, presentan un diseño distintivo en naranja y negro y están equipados con una pantalla de plasma. Se distinguen por su uso de un microprocesador de chip único, el Intel 8008, lo que los convierte en los primeros ordenadores de escritorio completamente integrados del mundo alimentados por tal componente. Antes del Q1, los ordenadores estaban equipados con microprocesadores de múltiples chips, marcando así un hito importante en el desarrollo de la computación.
El descubrimiento fue realizado por los empleados de Just Clear, una empresa especializada en la limpieza de casas. Inicialmente, no tenían idea del valor histórico de su hallazgo. Fue después de la consulta con un experto que se reveló el significado de estos dispositivos. Estos dos modelos se utilizaron por última vez por una compañía de perforación petrolífera en los años 70, mientras que la ubicación del tercer modelo conocido se supone que está en algún lugar de Escandinavia.
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Paul Neve, profesor de informática en la Universidad Kingston del Reino Unido, destaca la importancia crucial del Q1 en la historia de la computación: sin esta innovación, los ordenadores personales, los Macs, así como los teléfonos Apple o Android como los conocemos hoy no habrían existido. Los pioneros de los años 70 y 80 sentaron las bases del ordenador moderno, convertido en un dispositivo omnipresente en la vida cotidiana.
Los dos microordenadores Q1 fueron expuestos temporalmente durante una exhibición en la Universidad Kingston, junto con otros dispositivos clave en la historia de la computación, como el ZX Spectrum y el BBC Micro. Los dos Q1 ahora podrían ser vendidos en subasta, a menos que un museo o un coleccionista busque adquirirlos de manera privada.