A unos 8.150 años luz de la Tierra, una estrella enana blanca llamada Gaia22ayj intriga a los astrónomos. Su comportamiento inusual, caracterizado por pulsaciones extremas, ha llevado a un descubrimiento clave sobre el ciclo de vida de las estrellas.
Esta enana blanca, observada con el Zwicky Transient Facility (ZTF) en el observatorio Palomar de California, muestra un aumento de luminosidad del 700% en solo dos minutos. Los investigadores inicialmente pensaron que se trataba de un sistema binario de dos enanas blancas, pero observaciones más detalladas revelaron una realidad muy diferente.
Ilustración de una enana blanca. Arriba a la derecha: Gaia22ayj observada en rayos X y luz visible. Abajo: imágenes de Gaia22ayj capturadas por el Zwicky Transient Facility. Crédito: ZTF/Caltech Optical Observatories/A. Rodriguez/ wift/XRT/NASA PanSTARRS/Univ. of Hawaii.
Gaia22ayj es en realidad una enana blanca que está succionando el plasma de su estrella compañera, un fenómeno raro y efímero en la evolución estelar. Este proceso, a menudo comparado con un vampiro estelar, permite a la enana blanca ganar masa y energía, mientras ralentiza su rotación.
Los datos recopilados por el W. M. Keck Observatory confirmaron la presencia de un intenso campo magnético alrededor de Gaia22ayj, un rasgo característico de los púlsares de enanas blancas. Sin embargo, el comportamiento de Gaia22ayj difiere del de los púlsares tradicionales, marcando una etapa intermedia en su formación.
Esta fase 'adolescente' de la enana blanca, donde comienza a acretar materia mientras ralentiza su rotación, es extremadamente breve en la escala cósmica. Con una duración de unos 40 millones de años, representa menos del 0,4% de la vida total de una estrella como el Sol.
Las investigaciones del equipo, publicadas en las Publications of the Astronomical Society of the Pacific, abren una nueva ventana para comprender las enanas blancas magnéticas y su evolución. Este descubrimiento subraya la importancia de las observaciones continuas para capturar estos fenómenos transitorios en el Universo.
¿Qué es una enana blanca?
Una enana blanca es el remanente denso de una estrella de masa similar o ligeramente superior a la del Sol, después de que ha agotado su combustible nuclear. A diferencia de estrellas más masivas que terminan en supernova, las enanas blancas se enfrían lentamente durante miles de millones de años.
El proceso de formación de una enana blanca implica la expulsión de las capas externas de la estrella, dejando atrás un núcleo caliente y denso. Este núcleo, compuesto principalmente de carbono y oxígeno, se sostiene por la presión de electrones degenerados, un fenómeno cuántico que evita un colapso adicional.
Las enanas blancas juegan un papel clave en la evolución de sistemas estelares binarios, donde pueden acretar materia de una estrella compañera. Este proceso puede llevar a explosiones termonucleares, como las novas, o al colapso en una estrella de neutrones bajo condiciones extremas.
¿Cómo influyen las estrellas binarias en la evolución estelar?
Los sistemas estelares binarios, donde dos estrellas orbitan alrededor de un centro de masa común, ofrecen laboratorios naturales para estudiar la evolución estelar. En estos sistemas, las interacciones entre estrellas pueden alterar significativamente su destino.
Cuando una estrella se convierte en enana blanca, su proximidad a una estrella compañera puede llevar a una transferencia de masa. Este fenómeno, observado en Gaia22ayj, puede revivir la actividad de la enana blanca, permitiéndole ganar masa y energía.
En algunos casos, la acreción de materia puede superar el límite de Chandrasekhar, provocando una supernova de tipo Ia. Estas explosiones ayudan a comprender la expansión del Universo, ya que sirven como 'candelas estándar' para medir distancias cósmicas.