Las investigaciones recientes muestran que el ayuno podría fortalecer el sistema inmunitario, en particular las células asesinas naturales (NK), para combatir mejor el cáncer. Estos resultados provienen de un estudio realizado por un equipo del Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSK), revelando que el ayuno puede reprogramar el metabolismo de las células NK, permitiéndoles sobrevivir en el entorno hostil de los tumores mientras mejoran su capacidad para combatir el cáncer.
Las células NK son un tipo de glóbulo blanco capaz de destruir células anormales o dañadas, como las del cáncer o infectadas por un virus, sin necesidad de una exposición previa. A diferencia de las células T, no necesitan un encuentro anterior con el enemigo para reaccionar.
El estudio, dirigido por Rebecca Delconte y publicado en
Immunity, demuestra por primera vez que el ayuno puede modificar el metabolismo de las células NK, mejorando así su eficacia. Joseph Sun, uno de los autores principales, explica: "Los tumores son muy voraces. Absorben los nutrientes esenciales, creando un entorno rico en lípidos, a menudo perjudicial para la mayoría de las células inmunitarias. Nuestro estudio muestra que el ayuno reprograma estas células NK para que sobrevivan mejor en este entorno hostil."
Los ratones con cáncer del estudio fueron sometidos a un ayuno de 24 horas dos veces por semana, seguido de una alimentación libre. Este régimen no produjo pérdida de peso, pero tuvo un impacto significativo en las células NK. De hecho, el ayuno condujo a una redistribución de las células NK en el cuerpo. Muchas migraron a la médula ósea, donde estuvieron expuestas a altos niveles de Interleucina-12, estimulando su producción de Interferón-gamma, una citocina esencial para las respuestas anti-tumorales. Además, las células NK en el bazo fueron reprogramadas para utilizar los lípidos como fuente de energía.
Rebecca Delconte explica: "En cada ciclo de ayuno, las células NK aprendieron a utilizar estos ácidos grasos como combustible alternativo a la glucosa. Esto optimiza su respuesta anti-cáncer porque el entorno tumoral contiene una alta concentración de lípidos, permitiéndoles así penetrar y sobrevivir mejor en el tumor gracias a este entrenamiento metabólico."
Aunque estos resultados son prometedores, se necesitan investigaciones adicionales para entender si estos efectos también ocurren en humanos. Neil Iyengar, un oncólogo del MSK especializado en dieta, metabolismo y cáncer, no involucrado directamente en el estudio, destaca la importancia de consultar a un médico antes de comenzar un régimen de ayuno, ya que no todos los tipos de ayuno son beneficiosos para cada paciente.
Los investigadores contemplan varias vías para transponer estos resultados de los modelos murinos al ser humano. Ya están en marcha ensayos clínicos para evaluar la seguridad y eficacia del ayuno en combinación con los tratamientos estándar. Otra vía sería desarrollar medicamentos que apunten a los mecanismos subyacentes sin necesidad del ayuno. Finalmente, las células NK podrían ser sometidas a un estado de ayuno fuera del cuerpo antes de ser administradas para mejorar los efectos de los tratamientos.