Los espermatozoides de los mamÃferos poseen una sensibilidad inesperada al calor. Un descubrimiento reciente revela cómo se adaptan para fecundar el óvulo en un entorno más caliente que su zona de confort.
Un equipo de la Universidad de Washington ha identificado un mecanismo clave activado por la temperatura. El canal iónico CatSper, presente en la superficie de los espermatozoides, reacciona al calor del tracto reproductivo femenino, desencadenando una hiperactividad esencial para la fecundación.
Esta investigación, publicada en
Nature Communications, ilumina un aspecto poco conocido de la reproducción. Los espermatozoides modifican su movimiento en respuesta a la temperatura, pasando de una natación lineal a movimientos más vigorosos necesarios para penetrar el óvulo.
El estudio muestra que CatSper actúa como un termostato molecular. Cuando la temperatura supera los 38°C, este canal se activa, permitiendo a los espermatozoides cambiar de comportamiento. Este descubrimiento podrÃa abrir nuevas vÃas para tratar la infertilidad masculina.
Los mamÃferos han desarrollado estrategias evolutivas para proteger sus espermatozoides del calor corporal. Los testÃculos externos en el hombre o los sistemas de refrigeración en los delfines son ejemplos de ello. Estas adaptaciones están relacionadas con la presencia de CatSper, ausente en especies sin necesidad de regulación térmica.
Polina Lishko, responsable del estudio, destaca la importancia de estos resultados. Comprender el papel de la temperatura en la activación de los espermatozoides podrÃa conducir a anticonceptivos masculinos más eficaces, dirigidos especÃficamente a CatSper sin efectos secundarios.
Las aplicaciones potenciales de esta investigación son amplias. Manipulando la sensibilidad térmica de CatSper, serÃa posible controlar la fertilidad masculina. Este enfoque representarÃa una alternativa a los métodos anticonceptivos actuales, con una acción más dirigida y reversible.
Este estudio arroja luz sobre un sofisticado mecanismo biológico. La temperatura, a menudo olvidada, juega un papel crucial en el éxito de la fecundación, revelando una nueva faceta de la complejidad de la reproducción.