El mundo de la robótica nunca deja de asombrarnos y una nueva creación acaba de surgir: el Thermonator, un perro robot equipado con un lanzallamas, desarrollado por la empresa estadounidense Throwflame. Esta invención, que podría parecer sacada de una película de ciencia ficción, ya está disponible para su venta en los Estados Unidos, suscitando una serie de debates sobre sus posibles aplicaciones.
El Thermonator no pasa desapercibido. Equipado con una agilidad sorprendente, es capaz de moverse a una velocidad máxima de 9.6 km/h en terrenos accidentados. Sin embargo, lo que más llama la atención es su capacidad para emitir un potente chorro de fuego, alcanzando una impresionante distancia de más de nueve metros. Controlado a distancia a través de una conexión Wi-Fi o Bluetooth, este perro robot tiene una autonomía de una hora y ofrece una transmisión de vídeo en vivo, facilitando su manejo.
Aunque este invento puede evocar una imagen de destrucción masiva, su creador insiste en sus aplicaciones pacíficas. En efecto, el Thermonator está diseñado para ser utilizado en varios ámbitos, tales como la eliminación de nieve y hielo de las carreteras, la prevención de incendios forestales (quemando zonas específicas para crear cortafuegos) o incluso para encender fuegos tácticos para necesidades específicas. A pesar de su apariencia imponente, se presenta como una herramienta de asistencia más que como un arma de destrucción.
Sin embargo, la entrada al mercado de este perro robot lanzallamas genera preocupaciones respecto a su seguridad y uso responsable. Aunque su comercialización es legal en los Estados Unidos, está estrictamente regulada debido al potencial peligro que representa tal dispositivo. Los riesgos de incendio y las posibilidades de uso indebido son ineludibles, lo que plantea preguntas sobre la necesidad de una regulación más estricta.
El Thermonator, fruto de la colaboración entre Throwflame y Unitree Robotics, representa un avance significativo en el campo de la robótica. Su diseño innovador y sus funcionalidades impresionantes lo convierten en un tema de discusión tanto para entusiastas de la tecnología como para especialistas en seguridad. También ilustra los desafíos éticos y jurídicos a los que se enfrenta la sociedad en su exploración de las fronteras de la innovación tecnológica.