El núcleo de Marte se formó a una velocidad sorprendente, mucho más rápida que el de la Tierra. Experimentos recientes revelan el papel clave de los sulfuros de hierro y nÃquel en este proceso.
Los planetas, como Marte, están estructurados en capas distintas, con un núcleo en el centro. Esta estratificación, llamada diferenciación, resulta de la separación de los elementos por densidad. Los más pesados, como el hierro y el nÃquel, migran hacia el centro, mientras que los más ligeros permanecen en la superficie.
Tradicionalmente, se pensaba que la formación del núcleo requerÃa un interior planetario completamente fundido. Sin embargo, Marte desafÃa esta hipótesis con un núcleo formado en solo unos pocos millones de años. Esta rapidez sugiere un mecanismo diferente al de la Tierra.
Un equipo de investigadores realizó experimentos a alta temperatura para simular las condiciones de formación del núcleo marciano. Descubrieron que los sulfuros fundidos podÃan atravesar rocas sólidas, acelerando asà la formación del núcleo. Este hallazgo arroja nueva luz sobre los procesos de formación planetaria.
Este estudio no se limita a Marte. PodrÃa aplicarse a otros cuerpos celestes formados en condiciones similares. Los núcleos ricos en azufre, como el de Marte, podrÃan ser más comunes de lo que se pensaba. El azufre, con su caracterÃstico olor a huevos podridos, marca asà la historia de estos planetas.
Los resultados de esta investigación, publicados en Nature Communications, abren nuevas perspectivas sobre la formación de los planetas. Muestran que los núcleos pueden formarse rápidamente, incluso en entornos parcialmente sólidos.
La composición y la velocidad de formación del núcleo marciano difieren significativamente de las de la Tierra. Esta divergencia se explica por las condiciones únicas de formación de Marte.
Marte se formó en una región del disco protoplanetario donde el azufre era abundante. Este elemento facilitó la formación rápida del núcleo al permitir que los metales pesados migraran más fácilmente.
A diferencia de la Tierra, Marte no experimentó una fusión completa de su interior. Los sulfuros pudieron acumularse en el centro sin requerir un calor extremo, acelerando asà el proceso.