El Sol está experimentando actualmente una actividad de una intensidad poco común. En agosto, el número de manchas solares registradas alcanzó un nivel no visto en casi 23 años. ¿Qué revela este aumento de intensidad?
Estas manchas solares, zonas oscuras en la superficie del Sol, son el signo visible de la creciente intensidad de la actividad solar. Aparecen cuando erupciones electromagnéticas atraviesan el campo magnético del astro. Los científicos utilizan su número para seguir la evolución del ciclo solar, un proceso regular de aproximadamente 11 años, caracterizado por fases de mínimo y máximo de actividad.
El pasado mes de agosto se registró un promedio diario de 215,5 manchas solares, muy por encima de las previsiones iniciales que anticipaban solo 107,8. Esta sobreactividad sugiere que el ciclo solar actual, el 25 desde que se registran las observaciones, podría ser mucho más intenso de lo que se había previsto.
Este pico de actividad no es una sorpresa para algunos expertos que ya habían notado desviaciones respecto a las previsiones. Desde 2022, el número de manchas solares no ha dejado de aumentar, superando incluso los valores máximos del ciclo anterior, el ciclo 24. En agosto de 2023, se alcanzó un pico con 337 manchas visibles en un solo día, un valor récord desde 2001.
Esta sobreactividad solar no solo tiene implicaciones para nuestra comprensión de los ciclos solares. También puede tener efectos concretos en la Tierra. Las tormentas geomagnéticas, provocadas por erupciones solares, pueden perturbar los sistemas de comunicación, dañar los satélites e incluso causar apagones a gran escala.
En mayo, una tormenta geomagnética de una potencia sin precedentes en 21 años cubrió el cielo de numerosas regiones del mundo con espectaculares auroras polares. Pocos días después, el Sol liberó una erupción solar de magnitud X8.7, la más intensa desde 2017, subrayando aún más la peligrosidad de este período de máximo solar.
Había un promedio de 215,5 manchas solares visibles cada día en la superficie del Sol en agosto. Esta imagen acelerada muestra cada mancha negra visible atravesando el Sol durante este período.
Crédito: SDO/Şenol Şanlı/Uğur İkizler
Los científicos se mantienen cautos respecto a la futura evolución de este ciclo. Aunque las previsiones han sido revisadas, indicando un probable pico de actividad en 2024, la incertidumbre persiste. Es posible que la actividad continúe intensificándose, prolongando el máximo solar por varios meses, e incluso años.