Investigadores de la Universidad Edith Cowan en Australia han desarrollado una nueva tecnología que podría transformar la seguridad vial.
Utilizando una cámara asociada con la inteligencia artificial (IA), este sistema permitiría detectar el estado de ebriedad de los conductores incluso antes de que se pongan en marcha. Este avance no solo podría prevenir accidentes de tráfico, sino que también plantea importantes interrogantes sobre la privacidad y la precisión de esta tecnología.
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El dispositivo, presentado en una conferencia sobre sistemas de visión por ordenador, analiza los videos de los conductores basándose en características como los rasgos faciales, la dirección de la mirada y la posición de la cabeza.
Según Ensiyeh Keshtkaran, doctoranda en la Universidad Edith Cowan y autora principal del estudio, este sistema muestra una precisión del 75 %, lo que indica que aún se deben realizar mejoras antes de su aplicación a gran escala. Para entrenar su algoritmo, los investigadores utilizaron videos de 60 personas con diferentes niveles de alcohol en un entorno de conducción simulado.
Aunque esta tecnología parece prometedora, persisten algunas preguntas. Primero, la protección de los datos recopilados por estas cámaras. Incluso si el análisis es automatizado por la IA, el riesgo de fuga de datos personales nunca se puede descartar por completo. Además, dicha tecnología debe probar su fiabilidad para evitar errores que impidan injustamente a un conductor sobrio arrancar su vehículo.
A pesar de estos desafíos, los investigadores destacan que este sistema podría complementar los dispositivos existentes como los alcoholímetros antiarranque. Estos ya se utilizan en algunos vehículos para evitar la conducción bajo la influencia del alcohol, pero requieren que el conductor interactúe directamente con el aparato. El sistema propuesto por los investigadores de la Universidad Edith Cowan podría, en cambio, integrarse de manera más pasiva en cámaras de vigilancia vial, ofreciendo así un medio adicional para prevenir accidentes.
Finalmente, el uso potencial de este sistema por parte de las fuerzas del orden podría significar un avance en la lucha contra la conducción en estado de ebriedad. Sin embargo, su adopción a gran escala dependerá de la resolución de las cuestiones éticas y técnicas que rodean esta tecnología. Para ser efectiva, no solo deberá ser precisa sino también respetar los derechos individuales de los conductores.