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Esta extraña criatura explicaría nuestra reacción instintiva de lucha o huida
Publicado por Adrien, Fuente:Nature Otros Idiomas: FR, EN, DE, PT
Las lamproies, estos vertebrados sin mandíbulas, revelan similitudes sorprendentes con nosotros, mucho más de lo que los científicos imaginaban antes.
Boca de una lamproie - Imagen Wikimedia
Las lamproies pertenecen a un linaje de vertebrados llamado Agnatha, o peces sin mandíbulas, que datan de hace aproximadamente 360 millones de años. Estos "fósiles vivientes" nos ofrecen una ventana hacia la evolución de algunos de nuestros ancestros lejanos. Hasta hace poco, la comunidad científica pensaba que las lamproies carecían de mandíbulas debido a la ausencia de una estructura conocida como cresta neural, un grupo de células madre único en los vertebrados.
Un nuevo estudio publicado en la revista Nature revela que las lamproies poseen células nerviosas simpáticas. Este sistema nervioso simpático es crucial para nuestra respuesta automática de lucha o huida, que se activa en situaciones de peligro o estrés.
El inicio de esta investigación no estaba destinado a descubrir células nerviosas simpáticas. El estudio comenzó como una búsqueda para encontrar células precursoras, similares a la compleja cresta neural de los vertebrados con mandíbulas. El equipo consideraba que podrían encontrar estas células en las lamproies, ya que son los parientes más cercanos aún existentes de los vertebrados antiguos sin mandíbulas, que aparecieron hace aproximadamente 500 millones de años.
Al examinar las larvas de lamproie, los investigadores observaron estructuras parecidas a neuronas formando una cadena a lo largo de su cuerpo. Este hilo de células nerviosas es característico del sistema nervioso simpático. Las estructuras se confirmaron como nervios mediante secuenciación de ARN, y se descubrió que estas células producen una enzima precursora de la noradrenalina, un mensajero químico clave en la gestión de la respuesta de lucha o huida.
Este descubrimiento sitúa el origen evolutivo de este sistema aproximadamente 50 millones de años antes de lo que los científicos preveían. Los investigadores anteriormente pensaban que las lamproies reaccionaban al peligro únicamente por feromonas emitidas por otras lamproies.
Este trabajo demuestra la importancia de estudiar organismos menos convencionales. Como explica Marianne Bronner, bióloga del desarrollo en Caltech y coautora del estudio, trabajar con estos animales extraños puede ser muy instructivo, a pesar de su apariencia de "combustible de pesadilla".