Una tecnología experimental podría permitir pronto mejorar significativamente la velocidad de Internet. Unos investigadores han logrado hacer viajar la luz con una pérdida notablemente menor que en las tecnologías utilizadas hasta la fecha, aprovechando un cable óptico de núcleo hueco.
La idea se basa en una diferencia clave: la luz circula más rápido en el aire que en el vidrio. Los ingenieros de Microsoft y de la Universidad de Southampton han desarrollado una fibra capaz de canalizar este flujo luminoso con una eficiencia inédita.
De límites antiguos a los primeros progresos
Las fibras ópticas de vidrio constituyen la infraestructura de las telecomunicaciones actuales, pero ralentizan y debilitan parcialmente el flujo luminoso. Cada kilómetro provoca una atenuación medible, que requiere frecuentes amplificaciones de la señal. Estas restricciones aumentan los costes y limitan las velocidades de transmisión.
A lo largo de las décadas, ajustes de diseño han permitido mejorar estas prestaciones. Sin embargo, hasta hace poco, ninguna fibra hueca había logrado superar la fiabilidad de las fibras de vidrio macizo, que mantienen una pérdida mínima de 0,14 dB/km.
Un diseño inédito en Microsoft
Los investigadores han desarrollado una estructura denominada "fibra de núcleo hueco sin nudo de estructura antirresonante doblemente imbricada". Unas finas membranas de sílice rodean el núcleo de aire y guían la luz con una precisión notable. El conjunto funciona como un corredor invisible, en el que la señal luminosa avanza sin escaparse.
Los resultados, publicados en
Nature Photonics, muestran una atenuación de solo 0,091 dB/km, la más baja jamás registrada para este tipo de fibra. Este valor sigue siendo ligeramente variable según los ensayos, pero siempre inferior al de las fibras clásicas.
Más allá de esta eficiencia, la transmisión gana en velocidad: la luz circula en el aire a unos 300 millones de metros por segundo, frente a 200 millones en el vidrio. El equipo anuncia una ganancia de cerca del 50% en rapidez, abriendo el camino a redes mucho más reactivas.
Hacia nuevas aplicaciones
Un progreso así podría transformar la gestión de los centros de datos. La disminución de la latencia acortaría el tiempo necesario para transferir inmensos volúmenes de información entre servidores distantes. La inteligencia artificial y el entrenamiento de modelos masivos se beneficiarían directamente. Las perspectivas pueden extenderse también a la medicina y los transportes, entre otros.
Francesco Poletti, creador del concepto y cofundador de Lumenisity (empresa adquirida por Microsoft hace unos años), destaca que un sistema así permite reducir el número de amplificadores utilizados, lo que aligera el consumo energético de las redes. El avance podría así contribuir a un Internet más sobrio.