Bajo las frías aguas del Ártico y del Atlántico Norte, el tiburón de Groenlandia posee una característica sorprendente: su longevidad.
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Mientras que este depredador puede vivir más de 500 años, los científicos han desvelado recientemente el misterio de su longevidad excepcional. Contrariamente a las hipótesis anteriores, la clave reside en un metabolismo que se mantiene constante a lo largo del tiempo.
Los tiburones de Groenlandia (Somniosus microcephalus), que pueden alcanzar profundidades de 2,647 metros, viven en promedio 250 años, y algunos superan incluso los 500 años. Los científicos pensaban que esta longevidad se debía a su entorno extremadamente frío y a su baja actividad. Sin embargo, nuevas investigaciones presentadas en la Society of Experimental Biology Conference en Praga revelan un factor sorprendente: su metabolismo invariable.
Un equipo de investigadores tomó muestras de tejidos musculares de 23 tiburones de Groenlandia capturados frente a la isla de Disko, en el centro de Groenlandia. Midieron la actividad de cinco enzimas diferentes para evaluar la tasa metabólica de los tiburones y su respuesta a las temperaturas ambientales. Luego estimaron la edad de los tiburones en función de su longitud corporal, descubriendo individuos de entre 60 y 200 años.
Los resultados revelaron que la actividad enzimática de los tiburones no variaba con la edad, a diferencia de la mayoría de los animales, en los que la eficacia de las enzimas disminuye con el tiempo. Esta estabilidad metabólica parece prevenir la degradación celular, explicando así la longevidad excepcional de los tiburones de Groenlandia.
Toma de muestras de tejidos de un tiburón de Groenlandia capturado en la costa sur de la isla de Disko, en el centro de Groenlandia. Crédito: Ewan Camplisson
Las pruebas también mostraron que la actividad enzimática aumentaba significativamente a temperaturas más altas. Esto sugiere que si los tiburones de Groenlandia estuvieran expuestos a condiciones más cálidas, su metabolismo podría aumentar significativamente, potencialmente cambiando su modo de vida. Estas pruebas son particularmente relevantes dadas las previsiones de aumento de las temperaturas de los océanos debido al calentamiento global.
Estos descubrimientos abren la puerta a nuevas investigaciones sobre los marcadores de envejecimiento de los tiburones y su metabolismo, con el objetivo de comprender mejor cómo protegerlos en un entorno en rápida evolución.