La sociodiversidad, es decir, la diversidad de opiniones, ideas y comportamientos humanos, es un motor esencial de numerosos avances positivos. Pero, ¿cómo se puede mantener, e incluso fomentar, esta diversidad en nuestras sociedades cada vez más conectadas?
En un estudio recientemente publicado en el
Journal of the Royal Society Open Science, Dirk Helbing y su colega descubrieron que la sociodiversidad es menos presente en las redes sociales centralizadas, donde algunas figuras clave están conectadas a numerosas personas. Estas redes, a menudo observadas en plataformas como Instagram y X, refuerzan el fenómeno de "los ricos se hacen más ricos".
Según Andrea Musso, este fenómeno amplifica la centralización y ahoga las opiniones minoritarias, reduciendo así la sociodiversidad. En estas redes, las opiniones minoritarias son rápidamente abrumadas por las de la mayoría, lo que puede llevar a la pérdida de ideas valiosas. Por lo tanto, es crucial crear espacios donde las nuevas ideas puedan surgir sin ser confrontadas inmediatamente por la mayoría.
Para promover la sociodiversidad, Musso sugiere descentralizar las redes sociales. Una acción simple como dejar de seguir a ciertos influencers puede fomentar una mayor diversidad de ideas, llevando a más innovación y prosperidad económica.
Los investigadores utilizaron un nuevo método para evaluar la capacidad de una red para fomentar la sociodiversidad, validada tanto en redes sintéticas como reales. Su método demostró que diferentes redes presentan niveles de diversidad radicalmente diferentes, incluso con tasas de imitación e innovación similares.
Los resultados de este estudio muestran que la estructura de las redes sociales juega un papel crucial en el mantenimiento de la diversidad de opiniones. Esta investigación tiene implicaciones importantes no solo para la formación de opiniones, sino también para campos variados como la propagación de enfermedades, la eficacia de las respuestas ante desastres y la emergencia de la cooperación.