El cielo nocturno a veces nos reserva sorpresas espectaculares. Dos estrellas nuevas han aparecido en menos de dos semanas, un fenómeno extremadamente raro.
Estos destellos repentinos provienen de explosiones estelares llamadas novas clásicas. Estos eventos, donde una enana blanca absorbe materia de una estrella compañera hasta provocar una explosión, suelen observarse una vez al año. Ver dos novas a simple vista simultáneamente es excepcional.
La primera nova, V462 Lupi, fue detectada el 12 de junio en la constelación del Lobo. La segunda, V572 Velorum, apareció el 25 de junio en la constelación de las Velas. Según EarthSky.org, su luminosidad alcanzó niveles que permiten observarlas a simple vista, un hecho casi sin precedentes.
Stephen O'Meara, un astrónomo citado por Spaceweather.com, destaca la extrema rareza de este evento. Las últimas novas visibles simultáneamente se remontan a 1936, pero sin alcanzar su pico de luminosidad al mismo tiempo.
V572 Velorum brilló más intensamente, con una magnitud aparente de +4.8. V462 Lupi, aunque menos luminosa, alcanzó una magnitud que permite verla sin instrumentos. Estos fenómenos son más fácilmente observables desde el hemisferio sur, pero V462 Lupi puede verse desde el hemisferio norte.
Las novas difieren de las supernovas por su mecanismo y su impacto. No provocan la destrucción de la estrella pero liberan una cantidad significativa de energÃa. Su estudio ofrece claves para entender la evolución de los sistemas estelares binarios.
¿Cómo se forma una nova?
Una nova ocurre en un sistema binario donde una enana blanca, residuo denso de una estrella similar al Sol, absorbe materia de una estrella compañera. Esta materia, principalmente hidrógeno, se acumula en la superficie de la enana blanca.
Bajo el efecto de la gravedad intensa, la presión y la temperatura aumentan hasta desencadenar una reacción de fusión nuclear explosiva. Esta explosión eyecta parte de la materia acumulada al espacio, produciendo un aumento repentino de luminosidad.
A diferencia de las supernovas, la enana blanca sobrevive a la explosión y puede repetir el ciclo. Algunas novas son recurrentes, explotando a intervalos regulares cuando se acumula suficiente materia nuevamente.
El estudio de las novas permite a los astrónomos entender mejor los procesos fÃsicos extremos en sistemas estelares binarios y la distribución de elementos quÃmicos en el Universo.
Las novas recurrentes, como T Coronae Borealis, ocurren en sistemas donde la transferencia de materia de la estrella compañera a la enana blanca es continua y rápida. Esto permite una acumulación suficiente de materia para desencadenar explosiones a intervalos regulares.
El tiempo entre explosiones depende de la tasa de transferencia de materia y de las propiedades de la enana blanca. En algunos casos, como RS Ophiuchi, las explosiones ocurren aproximadamente cada 20 años.