Los investigadores también destacan los mecanismos biológicos en juego y explican cómo la ausencia de indol-3-carbinol induce una disfunción a nivel de los linfocitos T citotóxicos y disminuye la eficacia de la inmunoterapia. Ilustrando la importancia de comprender las relaciones entre nutrición e inmunidad, estos resultados se publican en Nature Communications el 2 de diciembre de 2025.
La presencia de un compuesto presente en las crucíferas, el indol-3-carbinol, es esencial para hacer eficaces ciertos tratamientos contra el cáncer.
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"Hoy sabemos que la respuesta a los tratamientos anticancerígenos puede verse influenciada por muchos factores ambientales, como la nutrición. En particular, se ha demostrado que la composición de la microbiota intestinal, a su vez modulada por nuestra alimentación, juega un papel en la eficacia de ciertos tratamientos de inmunoterapia (por inhibidor de punto de control inmunitario anti-PD1). Y es precisamente este vínculo entre nutrición y tratamientos anticancerígenos lo que hemos querido explorar", explica la Dra. Elodie Segura, directora de investigación del Inserm en el Instituto Curie (unidad Inmunidad y Cáncer).
El papel del indol-3-carbinol en la eficacia de los tratamientos anti-PD1
En un estudio realizado en el Instituto Curie, el grupo de la Dra. Elodie Segura, directora de investigación del Inserm, se interesó por un nutriente en particular: el indol-3-carbinol, una molécula presente en grandes cantidades en las crucíferas (col, brócoli, coliflor, berro, nabo, rúcula, rábano...). Para evaluar su papel, los investigadores compararon la eficacia de una inmunoterapia en animales que habían recibido dos regímenes alimenticios diferentes: uno que contenía indol-3-carbinol y otro que no. Con el indol-3-carbinol, el tratamiento anticancerígeno es eficaz en el 50 al 60% de los animales. Por el contrario, cuando se suprime el indol-3-carbinol, la eficacia del tratamiento disminuye al 20%.
"Estos resultados nos muestran que cuando se retira este compuesto presente en las coles, hay una disminución drástica en la eficacia de la inmunoterapia anti-PD1" resume la Dra. Elodie Segura.
Los linfocitos T citotóxicos, eje del mecanismo
Se sabe que las células cancerosas son capaces de inactivar las células del sistema inmunitario, evitando así que el cáncer sea atacado por las células citotóxicas o "asesinas". Sin embargo, los tratamientos de inmunoterapia, por inhibidor de punto de control inmunitario anti-PD1, contrarrestan la inhibición por el cáncer de las células T citotóxicas y les permiten reactivarse. Gracias a este tratamiento, los linfocitos T citotóxicos que se reactivan se vuelven capaces de reconocer las células tumorales y destruirlas.
Los investigadores lograron identificar los mecanismos de acción del indol-3-carbinol en juego en la inmunoterapia. Así, destacaron que el indol-3-carbinol se une a un factor de transcripción llamado Aryl Hydrocarbon Receptor (AhR), expresado particularmente en los linfocitos T citotóxicos.
En ausencia de indol-3-carbinol, los linfocitos T citotóxicos son incapaces de responder al tratamiento.
"Normalmente, durante una inmunoterapia anti-PD1, los linfocitos van a ser estimulados y reactivados para detectar las células tumorales. Sin embargo, en ausencia de indol-3-carbinol en la dieta, los linfocitos no son capaces de recuperar sus funciones", continúa Elodie Segura.
"Nuestro trabajo permite comprender mejor el papel de los nutrientes en las respuestas inmunitarias antitumorales. Para los pacientes, estos datos podrían permitir optimizar los regímenes alimenticios para garantizar la eficacia de los tratamientos".
A la espera de que estos resultados sean corroborados por estudios clínicos específicos, se anima a los pacientes con cáncer a seguir las recomendaciones nutricionales y los consejos de su médico.