¿Alguna vez has imaginado un hábitat espacial inflable del tamaño de una casa familiar? En eso está trabajando Sierra Space, una empresa pionera en el sector espacial, que acaba de realizar una prueba explosiva esencial para la seguridad de las futuras misiones espaciales.
Prueba de explosión del prototipo del hábitat espacial de Sierra Space, destinado a una futura estación espacial liderada por Blue Origin, cuyo lanzamiento está previsto para 2030. Crédito: Sierra Space.
Recientemente, Sierra Space detonó de forma deliberada su primer prototipo a tamaño real de módulo de estación espacial como parte de los preparativos para misiones espaciales programadas desde 2030. La explosión tuvo una potencia equivalente al uso de 164 barras de dinamita. Este ensayo se llevó a cabo en el Marshall Space Center de la NASA en Alabama, marcando un hito significativo en el desarrollo de estaciones espaciales comerciales.
A diferencia de pruebas anteriores realizadas en modelos a escala, este ensayo empleó un módulo inflable de tamaño real. Este tipo de módulo, desarrollado en colaboración con ILC Dover, incorpora tecnologías de materiales flexibles, como correas de Vectran. Dichos módulos serán parte de la futura estación espacial Orbital Reef, un proyecto dirigido conjuntamente por Sierra Space y Blue Origin, financiado parcialmente por la NASA para suceder a la Estación Espacial Internacional (EEI) tras su retiro previsto hacia el 2030.
Las dimensiones de estos módulos son impresionantes, equivalentes a las de una gran casa familiar, alrededor de 213 metros cuadrados. Sin embargo, Sierra Space trabaja en metros cúbicos, porque en microgravedad, se puede aprovechar todo el espacio de una habitación. Los módulos están diseñados para tener dos o tres pisos de altura (6,2 metros) con un diámetro de 8,3 metros.
Los módulos inflables no son una novedad en el espacio, un ejemplo es el módulo de Bigelow Aerospace actualmente en pruebas en la EEI. Estas pruebas tienen como objetivo evaluar su resistencia a las duras condiciones del espacio, como las radiaciones y la microgravedad.
La prueba consistió en inflar la estructura hasta que reventara, simulando así un globo que estalla. Durante esta prueba, el módulo soportó una presión de 77 psi (5.3 bar), superando en un 27% los requisitos de seguridad de la NASA, que se sitúan en 60,8 psi.
Tom Vice, CEO de Sierra Space, destaca las ventajas económicas de los módulos inflables, especialmente su capacidad de comprimirse en un cohete de cinco metros, ahorrando espacio y siendo lo suficientemente ligeros para el lanzamiento en órbita. En teoría, LIFE podría enviar tres de estos módulos para igualar el tamaño de la EEI, con versiones más grandes también en desarrollo.
Representación artística de la estación espacial comercial Orbital Reef en colaboración entre Sierra Space y Blue Origin. Crédito: Sierra Space
Este avance representa un gran paso en la reinvención de las estaciones espaciales y abre camino a una nueva era de exploración y descubrimiento humano. Sin embargo, la cuestión de preparar estos conceptos para reemplazar a la EEI en seis años permanece, por decirlo de algún modo, en el aire.