Un avance científico mayor está a punto de ver la luz gracias a la misión espacial Landolt de la NASA.
Esta misión tiene como objetivo crear estrellas artificiales que permitirán calibrar mejor los telescopios en tierra y así medir la luminosidad de las estrellas de manera más precisa.
La
misión Landolt, prevista para 2029, se nombra en honor al astrónomo Arlo Landolt, quien estableció entre los años 1970 y 1990 catálogos de luminosidad estelar muy utilizados. Se basa en la activación de láseres calibrados a bordo de un pequeño satélite tipo CubeSat que será lanzado a cerca de 36 000 km de altitud.
Estos láseres inofensivos se dirigirán hacia la Tierra y producirán "estrellas artificiales", cuya brillantez se conoce con precisión. Estas estrellas, invisibles a simple vista, podrán ser observadas por telescopios en tierra, lo que permitirá calibrar su observación y eventualmente evaluar de manera mucho más precisa la brillantez de los miles de millones de estrellas que se encuentran en varios grandes catálogos astronómicos.
Jonathan Gagné, asesor científico en el Planetario de Montreal, profesor asociado en la Universidad de Montreal y miembro del Instituto Trottier de Investigación sobre Exoplanetas, forma parte del equipo compuesto por especialistas de 12 organizaciones o instituciones, principalmente estadounidenses.
Conocer la brillantez de las estrellas con precisión es clave para resolver varios misterios en astronomía. "Las repercusiones que tendrá la misión Landolt en varios campos de la astrofísica, especialmente en la caracterización de exoplanetas y las mediciones de la aceleración de la expansión del Universo, serán particularmente interesantes de seguir", indicó Jonathan Gagné.
Las antiguas calibraciones se habían convertido en la principal fuente de errores de medición en la determinación de la brillantez de la mayoría de las estrellas. Estas calibraciones fueron realizadas en 1995 por científicos del Space Telescope Science Institute y se basaron en una comparación de la brillantez observada de tres enanas blancas con modelos físicos de su atmósfera.
La misión Landolt constituye una etapa crucial en la búsqueda de precisión en astronomía. Al permitir la mejora de las antiguas calibraciones, abre el camino a descubrimientos y a una mejor comprensión del Universo.