El Universo está en expansión acelerada perpetua, un fenómeno que intriga a los científicos desde hace décadas. Detrás de este misterio podría esconderse un concepto intrigante: la existencia de un anti-Universo cuyo tiempo fluiría en sentido inverso al nuestro. Esta teoría podría revolucionar nuestra comprensión cósmica.
Las teorías actuales, como Lambda-CDM, se basan en la constante cosmológica para explicar la expansión acelerada. Sin embargo, este enfoque presenta lagunas teóricas significativas. Por eso han surgido alternativas como la quintaesencia o las teorías de gravedad modificada, intentando resolver el enigma por diversos medios, incluyendo la postulación de dimensiones adicionales.
Un nuevo modelo propone una solución radicalmente diferente. En lugar de basarse en conceptos de energía oscura o modificaciones gravitacionales, considera un universo compañero, un anti-Universo donde el tiempo fluiría de manera opuesta. Esta idea, aunque novedosa, encuentra fundamentos sólidos en la física cuántica y la relatividad general.
Desde un punto de vista cuántico, es posible que el Universo haya nacido en forma de par. Así, según la simetría CPT (Carga, Paridad y Tiempo), el Universo después del Big Bang podría ser el reflejo del Universo antes de éste. Boyle y sus colegas han propuesto que nuestro Universo y su anti-Universo compañero respetan esta simetría, aportando una nueva dimensión a nuestra comprensión cósmica.
Representación de una pareja Universo/anti-Universo. Crédito: Wikipedia, CC
Basándose en principios de la relatividad general como la condición de energía nula y conceptos cuánticos como la entropía relativa, se ha demostrado que la expansión acelerada es una consecuencia natural de esta simetría. La entropía relativa, que requiere dos estados, se corresponde perfectamente con el Universo y su anti-Universo, haciendo esta teoría coherente y elegante.
Así, según esta nueva teoría, la expansión acelerada de nuestro Universo podría estar intrínsecamente ligada a la existencia de un anti-Universo compañero. Este nuevo enfoque, apoyándose en teorías establecidas sin recurrir a elementos hipotéticos como la energía oscura, ofrece una perspectiva potencialmente revolucionaria para la cosmología moderna.