Los investigadores han destacado recientemente la capacidad de los productos químicos tóxicos utilizados en plásticos retardadores de llama para penetrar en el cuerpo humano a través del contacto cutáneo con microplásticos.
Esta absorción ocurre cuando estos químicos se disuelven en el sudor humano y luego atraviesan la barrera cutánea para alcanzar el flujo sanguíneo. El estudio, realizado con modelos de piel humana en 3D innovadores, reveló que la piel hidratada podía absorber niveles significativos de estos productos químicos. Estos hallazgos tienen implicaciones importantes para la salud pública y la regulación de los microplásticos, destacando su naturaleza omnipresente y su papel como portadores de sustancias tóxicas.
Los resultados de un nuevo estudio indican que los productos químicos tóxicos añadidos a los materiales plásticos por su resistencia al fuego pueden penetrar en el cuerpo a través de la piel al contacto con los microplásticos. El estudio ofrece las primeras evidencias experimentales de que los productos químicos presentes como aditivos en los microplásticos pueden disolverse en el sudor humano y luego ser absorbidos a través de la piel, entrando en la circulación sanguínea.
Muchos productos químicos utilizados como retardadores de llama y plastificantes ya han sido prohibidos debido a pruebas de efectos nocivos sobre la salud, incluyendo daños al hígado o al sistema nervioso, cáncer y riesgos para la salud reproductiva. Sin embargo, estos productos químicos todavía están presentes en el ambiente en viejos aparatos electrónicos, muebles, alfombras y materiales de construcción.
Aunque el daño causado por los microplásticos no se comprende completamente, existe una creciente preocupación sobre su papel como vectores de exposición humana a productos químicos tóxicos.
Descubrimientos de la investigación sobre la absorción química
El equipo de investigación demostró, en un estudio publicado el año pasado, que los productos químicos se disolvían de los microplásticos en el sudor humano. El estudio actual ahora muestra que estos químicos también pueden ser absorbidos del sudor a través de la barrera cutánea en el cuerpo.
En sus experimentos, el equipo utilizó modelos de piel humana en 3D innovadores como alternativas a los animales de laboratorio y a los tejidos humanos excisados. Los modelos fueron expuestos durante un periodo de 24 horas a dos formas comunes de microplásticos conteniendo éteres de difenilos polibromados (PBDE), un grupo químico comúnmente utilizado para hacer los plásticos retardantes de llama.
Resultados e implicaciones para la salud
Los resultados, publicados en
Environment International, mostraron que tan solo el 8% de los químicos expuestos podían ser absorbidos por la piel, siendo la piel más hidratada - o más "sudorosa" - la que absorbía mayores niveles de productos químicos. El estudio proporciona las primeras evidencias experimentales de cómo este proceso contribuye a los niveles de productos químicos tóxicos presentes en el cuerpo.
El Dr. Ovokeroye Abafe, actualmente en la Universidad de Brunel, lideró la investigación cuando estaba en la Universidad de Birmingham. Él dijo: "Los microplásticos están en todas partes en el ambiente y aún sabemos relativamente poco sobre los problemas de salud que pueden causar. Nuestros estudios muestran que funcionan como 'transportadores' de productos químicos nocivos, los cuales pueden penetrar en nuestro flujo sanguíneo a través de la piel. Estos químicos son persistentes, así que con una exposición continua o regular a ellos, habrá una acumulación gradual hasta el punto en que comenzarán a causar daños."
El profesor Stuart Harrad, coautor del artículo, añadió: "El estudio representa un avance significativo en la comprensión de los riesgos de exposición a los microplásticos en nuestra salud. Basándonos en nuestros resultados, se necesitan investigaciones adicionales para comprender completamente los diferentes modos de exposición humana a los microplásticos y cómo mitigar el riesgo asociado a esta exposición."
En sus futuras investigaciones, el equipo planea estudiar otras vías mediante las cuales los microplásticos podrían ser responsables de la entrada de productos químicos tóxicos en el cuerpo, incluyendo la inhalación y la ingestión. El trabajo está financiado por una beca de investigación Marie Curie, en el marco del programa Horizon 2020 de investigación e innovación de la Unión Europea.