¿Por qué algunos consumidores no tienen adicción a las drogas? La cocaína como ejemplo

Publicado por Adrien,
Fuente: Universidad de Ginebra
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¿Por qué algunas personas que consumen drogas desarrollan adicción y otras no? Esta pregunta ha intrigado a los científicos durante muchos años.

Un equipo de la Universidad de Ginebra (UNIGE) ha explorado la compleja interacción entre los rasgos de personalidad y la química del cerebro. Han estudiado más precisamente la influencia de la impulsividad y la producción de dopamina, comúnmente llamada "hormona de la felicidad", en el riesgo de abuso de cocaína. Estos resultados, publicados en eNeuro, ofrecen nuevas claves para comprender la vulnerabilidad al abuso de drogas. Podrían conducir al desarrollo de intervenciones más específicas para personas en riesgo.


Cuando una persona consume una droga adictiva, su liberación de dopamina aumenta, creando una sensación de euforia. Con el consumo repetido, esta liberación de dopamina disminuye, aumentando potencialmente el consumo de la persona para recuperar este estado. Este mecanismo varía de un individuo a otro: algunos muestran una mayor propensión a consumir drogas que otros. Sin embargo, las razones de estas diferencias no son conocidas.

La cocaína no afecta la capacidad de producción de dopamina


En un estudio reciente, un equipo de la UNIGE exploró la compleja interacción entre diferentes comportamientos impulsivos, la producción de dopamina y el consumo de drogas, en particular la cocaína. ¿Es una personalidad impulsiva más propensa al abuso de drogas? ¿Produce más o menos dopamina? Para averiguarlo, los científicos estudiaron dos grupos de ratas, uno compuesto por individuos muy impulsivos y otro por menos impulsivos. Estos animales fueron entrenados para autoadministrarse cocaína a una dosis que desencadena neuroadaptaciones dopaminérgicas, sin perjudicar su salud.

Primero, los científicos entrenaron a los animales en un juego de azar destinado a medir dos comportamientos impulsivos: la acción impulsiva - la incapacidad de controlar las acciones automáticas - y la toma de decisiones de riesgo - la aceptación de un mayor riesgo al tomar decisiones. Luego, midieron el nivel de producción de dopamina utilizando una técnica de neuroimagen no invasiva, antes y después de tomar cocaína, en ambos grupos de ratas. El equipo descubrió que las acciones impulsivas, pero no la toma de decisiones de riesgo, predecían un mayor número de inyecciones de cocaína y un consumo más rápido.


Indicador de la capacidad de síntesis de dopamina, en ratas altamente impulsivas y poco impulsivas antes y después de la autoadministración repetida de cocaína.
© 2024 Urueña-Méndez et al.

"Sin embargo, observamos que no había diferencias en la capacidad de producir dopamina entre los animales muy impulsivos y los menos impulsivos. En otras palabras, la impulsividad y la vulnerabilidad al abuso de cocaína no estarían relacionadas con la producción de dopamina, sino con mecanismos que controlan su liberación", explica Ginna Paola Urueña-Méndez, doctoranda en el Departamento de Psiquiatría y el Departamento de Neurociencias Fundamentales de la Facultad de Medicina de la UNIGE, y primera autora del estudio.

El equipo luego evaluó el consumo repetido de cocaína y su impacto en los niveles de dopamina en ambos grupos de roedores. "Hasta ahora, la idea de que el consumo regular de cocaína podría reducir la capacidad de producir dopamina era aceptada. Nuestros resultados contradicen esta hipótesis ya que ambas poblaciones de ratas conservaron la misma capacidad de producir dopamina, a pesar de un consumo crónico", explica Nathalie Ginovart, profesora asociada en el Departamento de Psiquiatría y el Departamento de Neurociencias Fundamentales de la Facultad de Medicina de la UNIGE, quien dirigió esta investigación.

Hacia la identificación de otros mecanismos


Estos resultados sugieren que la producción de dopamina probablemente no es el principal motor de la impulsividad o de la vulnerabilidad al consumo de cocaína. También contradicen la hipótesis de que el consumo de cocaína podría reducir directamente la capacidad de producción de dopamina.

Estos trabajos representan un avance significativo en la investigación sobre la adicción. Abren la puerta a la exploración de otros mecanismos que podrían explicar la vulnerabilidad a las drogas. "Esta variación de vulnerabilidad podría estar relacionada con la relativa reactividad de las neuronas dopaminérgicas, de modo que ciertos estímulos, incluidas las drogas, son más salientes en los animales más impulsivos", estiman las investigadoras. El equipo continúa actualmente sus trabajos para evaluar cómo los mecanismos que controlan la reactividad de las neuronas dopaminérgicas influyen en la vulnerabilidad al abuso de drogas.
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