Científicos han descubierto una zona de transición del manto excepcionalmente gruesa bajo las Antillas Menores. Este hallazgo arroja nueva luz sobre cómo las placas oceánicas se hunden en el manto terrestre.
Las variaciones en la composición de las rocas dentro de las placas oceánicas influyen en su trayectoria y velocidad de subducción. Estas diferencias, heredadas de procesos tectónicos antiguos, juegan un papel clave en la dinámica del manto terrestre.
La zona de transición del manto, ubicada entre 410 y 660 kilómetros de profundidad, actúa como regulador del movimiento de materiales hacia las profundidades de la Tierra. La presencia de basaltos en esta zona puede ralentizar o incluso detener el descenso de las placas en subducción.
Un equipo internacional ha identificado una zona de transición del manto inusualmente gruesa bajo las Antillas Menores. Este espesor, que alcanza unos 330 kilómetros, se explica por una composición rica en basalto, revelando la importancia de los materiales heredados en la subducción.
Estos resultados, publicados en
Nature, enriquecen nuestra comprensión del reciclaje de materiales superficiales en las profundidades terrestres. Este proceso es esencial para mantener el clima y la habitabilidad de nuestro planeta en escalas de tiempo geológicas.
El proyecto VoiLA, responsable de estos descubrimientos, desplegó 34 sismómetros en el fondo oceánico. Esta iniciativa marca un hito en el estudio de zonas de subducción del Atlántico.
Los investigadores destacan que las placas tectónicas conservan una 'memoria' de su historia, influyendo en la convección del manto. Este hallazgo abre nuevas perspectivas sobre la mezcla de materiales en el interior de la Tierra.
¿Qué es la zona de transición del manto?
La zona de transición del manto es una capa situada entre 410 y 660 kilómetros de profundidad. Desempeña un papel crucial en la circulación de materiales entre la superficie y las profundidades terrestres.
Esta zona se caracteriza por cambios de fase mineral, que afectan la densidad y viscosidad de las rocas. Estas transformaciones influyen en la dinámica de las placas tectónicas y la convección del manto.
El descubrimiento de una zona de transición particularmente gruesa bajo las Antillas Menores sugiere una composición única, rica en basalto. Esta composición podría ralentizar la subducción de placas oceánicas, modificando nuestra comprensión de la dinámica terrestre.
¿Cómo influyen las placas tectónicas en el manto?
Las placas tectónicas transportan materiales desde la superficie hacia las profundidades del manto durante la subducción. Este proceso recicla elementos volátiles y minerales, jugando un papel clave en la evolución de la Tierra.
La composición de las placas, especialmente su contenido en basalto, afecta su comportamiento durante la subducción. Zonas ricas en basalto pueden ralentizar o bloquear el descenso de placas en el manto.
Este estudio revela que las placas conservan una 'memoria' de su historia geológica. Esta memoria influye en la convección del manto y la mezcla de materiales, esenciales para mantener la habitabilidad de la Tierra.